Vilagarcía fue la localidad elegida por la Dirección General de Tráfico para el inicio de una campaña especial de concienciación sobre las distracciones al volante que pueden acabar en tragedia. Entre ellas la manipulación del teléfono móvil u otros dispositivos electrónicos o operaciones tan sencillas como encender un cigarrillo o comer y beber. El subdelegado del Gobierno en Pontevedra, Abel Losada, explicó en Rubiáns que el uso indebido del móvil ha provocado que durante el primer semestre de este año un total de 1.787 conductores fuesen sancionados. Losada habló de más cifras y apuntó que las distracciones están detrás del 31 % de los accidentes con heridos graves o fallecidos.
El subdelegado echó mano también de datos facilitados por la Dirección General de Tráfico. “Nas enquisas que eles fan tres de catro condutores recoñecen que comen, beben ou marcan un número de teléfono mentres conducen, poñendo así en risco non só a súa vida, senón a doutras persoas”, indicó. Además “un de cada catro recoñece non só contestar o teléfono, senón enviar wasaps ao volante. Son condutas de alto risco que agora se van controlar”. Insistió en que “cando se conduce a atención debe estar na estrada e non no teléfono móbil, nin ningún outro dispositivo ou obxecto”.
Así pues –en colaboración directa en mayor o menor medida con las plantillas de la Policía Local– los agentes de la Guardia Civil se desplegarán por todos los puntos de la provincia para detectar este tipo de comportamientos que llevan aparejadas sanciones y también la pérdida de puntos. Estas las recordó la jefa provincial de la DGT, Paula Yubero, indicando que “existen dos penalizaciones en relación con el uso del móvil. Sostenerlo con la mano, lo que lleva implícito el hecho de escribir mensajes y por lo tanto un riesgo mayor conlleva una sanción de 200 euros y la pérdida de seis puntos. En el caso de que solo se manipule el dispositivo son 200 euros y tres puntos menos”.
El alcalde de Vilagarcía, Alberto Varela, hizo referencia a la gran coordinación que existe en la ciudad entre los diferentes cuerpos “o que fai que nos sintamos moito máis seguros”. Manifestó que “as novas tecnoloxías supoñen un avance moi importante para a nosa sociedade e iso fai que teñamos cousas positivas, pero tamén negativas”. Agradeció, de hecho, “todas as campañas que se fagan neste sentido”.
El regidor socialista aprovechó para recordar que el gobierno municipal lleva ya años “priorizando a seguridad das persoas sobre a comodidade dos condutores” e hizo referencia a medidas de calmado de tráfico que se aplicaron –o que está previsto que se apliquen– en diferentes puntos de la ciudad como el establecimiento de la zona 30 o la colocación de bandas reductoras.
De hecho una de las intervenciones previstas es en la propia N-640, conocida popularmente como la recta de Rubiáns. Un vial de una intensidad de tráfico muy elevada, con viviendas y negocios con mucho tránsito de vehículos y sobre la que los vecinos reclaman desde hace años una intervención seria y adecuada.
El alcalde recordó que la administración local está en contacto con el Gobierno central –titular de la carretera– para llevar a cabo en la misma un proyecto de humanización que pasará por priorizar a las personas sobre la conducción. Eso implicará –como así señaló el regidor socialista– aplicar medidas de calmado de tráfico, por lo que la velocidad en este vial de entrada (uno de los principales a la ciudad) se verá notablemente reducida.
“Beirarrúas máis anchas, calmado de tráfico e máis seguridade”, declaró Varela.
La actuación será financiada con fondos europeos, pero debe ser el Gobierno estatal el que la ejecute una vez esté redactado el proyecto. “Son investimentos moi importantes que ten que facer outra administración e por iso non temos tampouco prazos exactos”, recalcó.
Una vez que se ejecute la idea que hay para ese entorno se modificará notablemente la apariencia que a día de hoy tiene ese transitado vial.