Fue cerrada definitivamente en 2012, pero algo más de una década después, la antigua oficina de la Diputación de Pontevedra sirve de ejemplo de que nada es para siempre. La entidad que preside la socialista Carmela Silva decidió recuperar el local de la Avenida Doutor Tourón, para poner en marcha una oficina polivalente de atención al público y carácter administrativo.

Para ello, es necesario realizar una reforma. La adjudicación de las obras se realizó en agosto, pero sufre un pequeño retraso por la falta de materiales. Los trabajos consisten, según consta en la memoria del proyecto, en el acondicionamiento interior del céntrico local, de tal forma que “se poida ofrecer un espazo de calidade para as actividades que nel se desenvolverán, así como para a conservación e mantemento do propio establecemento”.

Ampliación del plazo

El objetivo de la actuación es el de conseguir una oficina de carácter administrativo, con una sala polivalente, dos despachos independientes y otros dos baños, uno de ellos adaptado. La adjudicación tuvo lugar en agosto del año pasado, por un total de 62.679, 40 euros a la empresa Sodein Soluciones Integrales. El contrato se formalizó el siete de octubre. Sin embargo, un mes después la adjudicataria solicitó una ampliación del plazo de ejecución de la obra, que era de dos meses, en veinte días más. Las causas que alegaba son de lo más frecuente en la obra pública en estos tiempos: El retraso en el suministro de materiales por parte del proveedor, debido a la falta de materia prima para su fabricación y a las dificultades en la cadena de suministro.

Con un informe favorable, emitido el 13 de diciembre por la directora de obra, la Diputación consideró justificado ampliar el plazo de la obra, por lo que habrá que esperar un poco más para ver abierta la oficina. En la comarca de Ulla-Umia, la actividad administrativa de la Diputación se centraliza en Caldas.