La llegada de la borrasca Domingos no ha pasado desapercibida. La fuertes lluvias caídas en muy corto período de tiempo han provocado el desbordamiento del río Umia en diferentes puntos de Caldas y también de O Salnés. A primera hora de la mañana Emerxencias alertaba a los caldenses de que no aparcasen sus vehículos en la zona de A Tafona o en los garajes susceptibles de sufrir una inundación. Aún así el agua llegó al aparcamiento del supermercado Froiz y también a algún local hostelero. La vigilancia sobre el cauce fluvial fue constante durante todo el día. 

El Umia también desbordó en Vilanoviña y en la zona de la parcelaria de Cabanelas, en donde Protección Civil de Ribadumia y Emerxencias Cambados tuvo que rescatar a un vehículo que se quedó atrapado. En Cuntis el que motivó inundaciones fue el río Gallo, en el casco urbano, mientras que en Valga hubo episodios de desbordamiento tanto del río Louro como del Valga, afectando sobre todo a la zona de Devesa. Una situación que –desde el Concello– venían advirtiendo que podía pasar ya hace semanas por la falta de mantenimiento de los cauces fluviales.

 En todo caso el viento fue el gran protagonista de la jornada del sábado, con fuertes ráfagas durante todo el día que provocaron la caída de numerosos árboles en diferentes puntos de la comarca de O Salnés y Ulla-Umia. De hecho en Caldas la carretera N-550 estuvo cortada por un árbol próximo a la iglesia de Santa María que se precipitó sobre la calzada, sin daños personales. 

En Rubiáns, en Vilagarcía, un árbol cayó sobre un vehículo y se registraron desprendimientos de fachadas, tendido eléctrico y caída de postes. También se taló otro en la Praza da Independencia que tenía riesgo. En Pontecesures el viento arrancó la valla del paso a nivel del tren, por lo que hubo que cortar la calle desde la Plazuela por motivos de seguridad.

En toda la comarca hubo incidencias, las más comunes desprendimientos de fachadas, de tendidos eléctricos y de árboles.