El IES Castro Alobre rindió ayer una emotiva despedida a su directora, que el próximo curso ya lo comenzará en otra plaza. Mariola Rodríguez lleva 16 años en el centro situado en Roque, casi toda su carrera profesional, que comenzó hace dos décadas, recién salida de la carrera.
"Son moitos recordos. Lévome moito agarimo e moitas cousas boas, pero a dirección foi moi dura, o último ano sobre todo", explica Rodríguez. Sus compañeros le agasajaron con una planta, lo que ellos mismos calificaron de "regalo envenenado", ya que parece que los cuidados de vegetales no son su fuerte.
Sí lo son los de los alumnos y, durante estos años, su dirección se caracterizó por la innovación, con la educación en valores muy presente. De hecho, fue la fundadora del Gurpo de Divesidade Afectivo- Sexual del Castro Alobre.
Ahora, pone rumbo a una nueva plaza, en otra provincia y con "sentimentos encontrados" pero convencido de que "hai que pechar portas e abrir outras". Sus palabras de despedida reflejan su forma de entender el oficio: "Gracias ao alumnado que sempre me deu a vida".