Todo sucedió el lunes a última hora de la tarde en las inmediaciones de la playa de O Preguntoiro, en Vilaxoán, cuando un mejor de 14 años circulaba con una bicicleta de pedaleo asistido por la zona. De repente fue interceptado por agentes de la Policía Local que, según testigos de los hechos, se dirigieron al menor para advertirle de si tenía permiso para conducir lo que ellos definieron como un “ciclomotor”. Fue entonces cuando se acercaron hasta el lugar los padres del joven y unos familiares para dirigirse a la Policía y aclararles –según cuentan ellos mismos– “que se trata de una bicicleta de pedaleo asistido, no de una motocicleta, y que mi hijo de 14 años puede usar perfectamente”. Se armó un revuelo importante y los padres –ya ayer y pasado ya el suceso– recriminaban una actuación policial “exagerada, con muchos policías, asustando a mi hijo de 14 años que iba tranquilamente con su bicicleta”. Al negarse a entregar la bici a los agentes ambos progenitores fueron denunciados por “desacato a la autoridad y amenazas graves a los agentes”, tal y como los propios padres han declarado. “Llevamos las características técnicas de la bici para demostrar que es legal y que la puede llevar perfectamente”, insisten los padres.