Los hogares que conviven con el Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad se encuentran en estos meses en una verdadera encrucijada: La falta de abastecimiento de los medicamentos, que se da en todo el territorio estatal, obliga a familia de O Salnés a acudir a establecimientos de comarcas como Cangas, por poner un ejemplo. Se da el caso de un vecino de A Illa que, tras llamar a farmacias desde Catoira hasta O Grove, y solo encontró en una de Pontearnelas, donde quedaba una caja. “Guárdamela, que voy ahora a por ella”, le dijo a la farmacéutica. Y así hizo.
Eva Silva, de TDAH Salnés, confirma el problema, que tiene muy preocupados a los socios del colectivo y también a la directiva. Sobre todo, teniendo en cuenta que en unas semanas comienzan de nuevo las clases. “Estamos a nada de la vuelta al cole. Los niños con TDH necesitan medicación y no pueden dejar de tomarla de un día para otra. Un día sin medicación ya lo notan. Los que tienen TDA (sin hiperactividad) no les afecta tanto, porque no tienen tanta impulsividad”, explica la portavoz del colectivo.
Silva señala que el problema lo vienen notando desde principios de año, pero hasta ahora se iba “capeando”. Los primeros problemas de suministros se dieron con el Rubicrono. “Como estaba costando encontrarlo, lo empezaron a sustituir por el Concerta, uno de los más usados, o con Atenza”, apunta la presidenta de TDAH Salnés.
Pero pronto no fue suficiente. Desde mayo, también comenzaron a faltar estos medicamentos en las farmacias de toda España y, en concreto, en las de las comarcas arousanas. Otro “remedio” que utilizaron fue el de, en vez de dar una caja grande, dar dos más pequeñas, con el sobrecoste que supone para los afectados. “Donde hay más dificultad es en la ciudades grandes”, señala Silva, que atienden a socios de comarcas de toda Galicia. En estos momentos, es la principal preocupación de las familias con algún miembro, sobre todo niños, con TDH.
Las farmacias confirma esta situación. En algunos casos, como la de Carril, establecieron métodos de comunicación entre ellas para ver donde se puede encontrar la medicina. “Vamos capeando, intentando que los niños tengan su medicación, pero hacemos lo que podemos”, explica Noa Esteban, su titular.
Y es que, tanto en la Farmacia Carril como en Pomares, confirman que el problema de abastecimiento afecta a muchos medicamentos, no solo a los que se prescriben para el TDH. “A veces no los suministra el laboratorio porque hay escasez y no hay sustituto”, explica Roberto Llanos, farmacéutico del establecimiento de Padre Feijóo.
Hasta hace unos meses, iban tratando de suplir con alternativas, pero ya hace unos meses que ni siquiera eso es posible. “Es una situación un poco preocupante”, apunta Esteban, que señala que en casos de patologías muy graves el Ministerio de Sanidad cuenta con un servicio para abastecerse desde el extranjero. Por ahora, para el TDH no se adoptó esta medida. “Hay muchos problemas de abastecimiento, a veces por falta de componentes y otras por problemas de distribución”, comenta la titular de Farmacia Carril.
Eva Silva apunta otro factor, la mala praxis que provoca que medicamentos como el Rubifen acaben siendo usados como estupefacientes. “En el mercado negro pueden vender las pastillas a veinte o treinta euros”, lamenta la presidenta de TDAH Salnés.
También se detectaron casos, explica Silva, de estudiantes que utilizan el Concerta para sus exámenes de la carrera universitaria o para oposiciones. “Incidimos en que se trata de una cuestión que se está dando a nivel nacional”, señalan desde TDAH Salnés.
Sea como sea, la situación está afectando de lleno tanto a adultos como a menores, en una época en la que los niños se enfrentan a una vuelta al cole que, en muchos casos, es estresante y que, para estas familias, puede convertirse en una pesadilla. Y es que, señala Silva, el TDH suele ir acompañado de otros trastornos, como asperger o dislexia. Llegar al colegio sin medicamento preocupa a los padres y a la asociación, tratándose además de aulas que, incide Silva, cuentan cada vez con un mayor número de niños con necesidades especiales mientras, al mismo tiempo, “hay menos desdobles” y se reducen también los profesores especialistas en Pedagogía Terapéutica que, además, “tienen que impartir otras asignaturas y ejercer otras tareas, como las de dirección”.
“Hay un malestar muy alto entre las familias”, denuncia Eva Silva. En su asociación, que lleva años trabajando por dar visibilidad al TDH y TDA, entre otros, cuentan con socios de comarcas de O Salnés, pero también de Deza, Ulla- Umia, Santiago, Vigo o Barbanza, donde acaban de poner en marcha una sede, que se suma a la que cuentan desde hace una década en Vilagarcía. Ya preparan, para el mes de octubre, su congreso anual, en el que abordarán, entre otras cuestiones, la de la inclusión en las aulas y el cumplimiento del Real Decreto de la Xunta sobre la atención a las diversidades educativas. “No se cumple”, señala Silva. Pero irán mucho más allá. “¿Qué pasa con las personas con TDH cuando cumplen 60 años?”, lanza la pregunta la presidenta de la asociación. Son aspectos en los que trabajan cada día, pero ahora “el miedo está en la vuelta al cole”.