Vilagarcía puede presumir de ser pionera a la hora de celebrar la llegada del año nuevo antes que nadie. Su Toma das Uvas fue replicada más tarde por decenas de municipios, pero la capital arousana sigue conservando ese plus de ser la primera. De ahí que el despliegue que se hace en esta celebración –que atrae a la ciudad a miles de personas– es siempre muy vistoso. Dado que se espera a muchos visitantes las restricciones de tráfico empezarán a las diez de la mañana. Estarán debidamente señalizados y con el objetivo de que los vehículos de motor no lleguen al entorno del Consistorio, centro neurálgico de las celebraciones. Será justo ahí cuando empezará un pasacalles por el centro urbano para ir animando el ambiente. 

Una hora después, a las once, empezará el reparto de uvas en las carpas habilitadas para tal fin y que este año cambian de ubicación para facilitar el acceso a las mismas. A las 11:30 y a modo de batucada bailarines con telas doradas simularán los rayos de sol alrededor de una gran esfera gigante. Representarán así el ciclo del astro rey acompañados de música celta. Será ahí cuando animarán a los asistentes a participar en  una gran rueda gigante alrededor del fuego y del Círculo de Luz. Justo después el alcalde, Alberto Varela, dará la bienvenida a los presentes y a los Mozos de Arousa que serán los encargados de dirigir las campanadas. Así pues Borja y Raúl Santamaría y Bruno Vila cambiarán por un año de ubicación para pasar de dar las uvas en las carpas a las campanadas encima del escenario.

Después de recibir de forma anticipada el año 2025 se lanzará el tradicional confeti y se brindará. Será entonces cuando empezará la música a cargo de los ritmos rumberos de Pablo Balseiro y Os Verbenians. Además habrá una gran discoteca móvil que pondrá los mejores éxitos para que nadie deje de bailar hasta pasada la una y media de la tarde.

Durante todo el evento los asistentes tendrán a su disposición el “pozo dos desexos” en donde podrán dejar sus cintas –escritas en ese momento–con los anhelos de cara al nuevo año que se va a estrenar. Estos serán recogidos por los bailarines de Nelson Quinteiro para que acompañen al sol en su viaje.

Con el objetivo de facilitar la estancia a los que visiten Vilagarcía en este fin de año el parking Xoán XXIII –de titularidad municipal– abrirá sus puertas desde las ocho de la mañana hasta las diez de la noche. A partir del día 1 el aparcamiento verá ampliado su horario, un paso más para que pueda acabar abriendo las 24 horas. Espera el gobierno que en los primeros meses de 2025 se activen también bonificaciones.