La Asociación para a defensa do Patrimonio, Apatrigal, acaba de incluir un nuevo hórreo entre los más grandes del mundo. Se encuentra en Vilagarcía y, en concreto, en el Pazo da Golpelleira, donde nada sabían de que tenían un elemento de récord en sus jardines.
Fue un socio de Apatrigal, Javier Torres, el que localizó el elemento patrimonial digitalmente. Posteriormente, dio aviso y tanto él como Carlos Coto, arquitecto y presidente del colectivo, fue a medirlo a la enorme finca vilagarciana. Fue así como la intuición quedó comprobada.
Los requisitos para entrar a formar parte de este club tan exquisito, formado casi en su mayor parte por hórreos, espigueros y paneras de Galicia y Portugal (aunque también hay uno de Serbia), es tener más de veinte metros de largo. El de A Golpelleira tiene 21,60 y un ancho de 1,55 metros, por lo que le corresponde el puesto número 32. Un listado del que forman parte otros elementos de O Salnés y O Barbanza y que dan buena cuenta de la importancia que, en su día, tuvo la agricultura. El hecho de que A Golpelleira atesore un hórreo así no es de extrañar, debido al valor de sus tierras. El elemento en cuestión atesora más de un siglo de historia, ya que es de 1858.