La madrugada del sábado al domingo fue tremendamente ajetreada, al menos para unos individuos que se recorrieron parte de Vilagarcía para intentar robar en las instalaciones de Fundivisa, una empresa ubicada en el polígono de O Pousadoiro. Según uno de los empresarios afectados el itinerario de los ladrones empezó en las instalaciones de la firma Baygar –ubicadas en la recta de Rubiáns–. Fue allí donde se llevaron un camión con grúa con dirección al polígono de O Pousadoiro. Por motivos que se están investigando los presuntos ladrones abandonaron el transporte con la grúa destrozada cerca de las instalaciones de Hormigones Taboadela. Sabiendo que se habían quedado sin transporte no cesaron en su empeño para conseguir otro vehículo. En esta ocasión se dirigieron a la empresa Grúas y Transportes Sartal –en el polígono industrial de Baión– de donde se llevaron no uno, sino dos camiones. Fue con ellos con los que intentaron asaltar la empresa Fundivisa derribando parte del muro que rodea la parcela que ocupa, construido de piedra.
Empresarios del polígono de Baión insisten en la necesidad de colocar cámaras de vigilancia
Para perpretar el robo se utilizaron los dos camiones sustraídos de la empresa vilanovesa y a una de ellas también le rompieron la grúa. Cuando ya tenían uno de los transportes prácticamente lleno con material fueron sorprendidos en plena faena. Fue entonces cuando decidieron huir a pie por el monte próximo a este polígono empresarial vilagarciano, dejando todo el material allí y un listado de desperfectos a sus espaldas.
De hecho –y tal y como señala el propietario de Grúas y Transportes Sartal, Tomás Sartal– en su empresa destrozaron el portal y también las lunas de los camiones para poder puentearlos y llevárselos. Sartal apunta que todavía no ha hecho una valoración de los daños sufridos, pero que en todo caso son “moi cuantiosos”. No es la primera vez que los ladrones se ceban con esta empresa de Baión. La última vez fue el pasado mes de septiembre cuando de estas instalaciones se llevaron un camión-grúa de tres ejes cargado de acero y por valor de 400.000 euros. A raíz de estos sucesos el tejido empresarial reclamó la colocación de cámaras de seguridad en el parque, una demanda que todavía no ha sido atendida. “É urxente”, dicen.