Tomarse un café con leche o un colacao en la cafetería del instituto de Carril ya no volverá a ser lo mismo. Así lo dicen, convencidos, los miembros de la comunidad educativa del centro, indignados por el cambio de gestión. La autónoma que desde hace diez años se encargaba de alegrar los recreos y descansos de alumnos y profesores fue reemplazada por una empresa.
La comunidad educativa, alumnos, dirección y ANPA, se muestra indignada. “Non se nos ten en conta”, aseguran. El asunto no es, ni mucho menos, trivial. Las cafeterías de los institutos son siempre fuente de recuerdos. En una reciente encuesta realizada al alumnado sobre la convivencia en el IES O Carril, la señalaron como “lugar de referencia e encontro para a socialización e a o benestar emocional”. Ahora, un concurso basado en la puja económica a sobre cerrado acaba de llevarse por delante a la autónoma que sostenía este servicio, pero también a otras de otros institutos.
La mayor parte, señalan desde la dirección del centro carrilexo, mujeres. Muchas, próximas a la edad de jubilación. Otras, “con investimentos feitos nas cafeterías que nunca contaron perder”. Son todas, sentencian, “historias humanas difíciles de coñecer sen conmoverse e sen sentir impotencia”. Todas, “parte da comunidade educativa”.
Sin embargo, pese a llevar años alegrando la vida de los centros, no forman parte del personal de la Consellería de Educación. Su condición de autónomas, tampoco pone fácil que sus protestas tengan visibilidad. Por ello, cuando modificaron las bases apenas se oyeron sus voces. Sin embargo, no es un asunto únicamente laboral o emocional.
En Carril, explican las ventajas que un servicio personalizado y cercano ofrece a la comunidad educativa. “A Consellería non valora nas súas bases feitos como a implicación nas actividades do centro, o coñecemento do alumnado e da contorna, o trato familiar nin a calidade dos produtos, elaborados diariamente na cociña do propio centro”, señalan desde la dirección en un comunicado que también apoya la ANPA.
“Se sabe los nombres de todos los niños”, explican los portavoces de las familias sobre la ya exconcesionaria de la cafetería del instituto. “A Consellería de Educación arrebatoulle ao Consello Escolar a competencia de decisión sobre a adxudicación das cafeterías”, critican desde la dirección del centro.
Lo hacen mientras publicitan, dice el equipo directivo, “a democratización do ensino”, al mismo tiempo que “converten o traballo dos órganos colexiados”, como el Consello Escolar o el claustro y la dirección, “nunha maratón de burocracia cada vez máis carente de competencias en decisións relevantes”.
La última deja un poso de impotencia entre padres, profesores y alumnos de Carril: La pérdida de su cafetería, que ahora solo será una cafetería más. Por ello, muestran su agradecimiento a la antigua concesionaria “por tantos anos de bo traballo” y por “todo o compartido”.