Bajo el techo de la iglesia de San Martín de Sobrán no solo se esconde uno de los posibles nexos de Cristóbal Colón con Galicia, sino también una auténtica joya histórica, patrimonial y arquitectónica única en la zona. Así lo aseguran los expertos que estas semanas trabajan en el sarcófago de Xoán Mariño de Soutomaior y que consideran que debería existir un compromiso firme y claro por la restauración de este templo del siglo XII y cuya riqueza pocos vilagarcianos conocen. El historiador Sindo Mosteiro –que trabaja con el equipo que se encarga de la apertura del sarcófago– explica que pese a que el tejado se cambió no hace mucho hay filtraciones de agua que dañan notablemente la riqueza que hay en el interior. Apunta el restaurador José Aguiño que esas filtraciones de agua afectan directamente al sarcófago de Soutomaior, de ahí que no se sepa todavía exactamente la afectación que la humedad –además del paso del tiempo– puede tener en los restos depositados en el interior. “Iso é unha incógnita”, coinciden tanto Aguiño como Mosteiro. En lo que también tienen la misma opinión es que abrir las puertas del templo de Sobrán es encontrarse con una auténtica joya. “Que isto non sexa un BIC é tremendo”, explica Mosteiro. Apunta que tanto el templo como el pazo que hay justo al lado “teñen un valor patrimonial grandísimo e hai partes que están a caer”. Entienden que quién debe dárselo “non lle dan valor” y que los vecinos del entorno “está claro que por si sós non poden levar a cabo unha restauración completa e idónea”.
Según apuntan los expertos la última restauración se hizo en los años 50, pero fue “desastrosa”. Se utilizó mucho cemento y técnicas “que a día de hoxe non son válidas”, explica Aguiño. Un planteamiento agresivo que primó la cuestión religiosa “que era o que se ditaba tras o Concilio Vaticano II”. Eso sí, esas tendencias ocultaron tesoros. “Había un púlpito do que parece que se conservan partes. Ademais faltan as capelas e o cimborio. Restos dos que non se sabe nada”, exponen los expertos. Además indican que los escudos que hay en el interior del templo son “modelos moi raros en Galicia, inclinados. Quedan moi poucos”. Y así un sinfín de detalles más que los ojos sabedores saben descifrar y que, de promoverse, serían un foco de atracción para los amantes del patrimonio importante. Y es que la iglesia de Sobrán es más antigua que alguna de las partes de la Catedral de Santiago. “É cen por cen románica”, explica Mosteiro, señalando algún arco “gótico que se fixo para poñer as tumbas”. En los sarcófagos también hay cuestiones curiosas, dado que tienen descripciones. “Normalmente só poñían o escudo”. Quizá esta búsqueda de las raíces de Colón sirva para poner en valor el templo y la historia de Xoán Mariño de Soutomaior en el que “converxen varias linaxes de Galicia” y del que poco o nada se divulga en la zona.