Las dificultades de los bateeiros para encontrar cría para nutrir las bateas ha llevado a algunos a optar por la picaresca. Vigilantes que trabajan para las organizaciones bateeiras con presencia en la Ría de Arousa detectaron estos pasados días de madrugada a dos embarcaciones en la zona del polígono de Vilagarcía B que navegaban por la ría con las luces apagadas. Ante la anómala situación los vigilantes descubren que en cada embarcación viajaba una persona con traje de aguas amarillo, ambas unidas por un cabo de 15 metros. En el momento en el que se les da el alto para proceder a su identificación los dos barcos inician su huida, siendo perseguidos durante unos 15 minutos por la Ría y entre las múltiples bateas que la pueblan. Fue tras ese período de tiempo cuando el tripulante de una de las embarcaciones salta a la segunda, dándose esta a la fuga. La primera es remolcada y trasladada al Puerto de Vilanova y se da aviso a agentes de la Guardia Civil sobre lo sucedido.

Una vez que se inspecciona el interior de la embarcación que pudo ser interceptaba se descubren dos docenas de recipentes para la recogida de mejilla. Solo dos tenían restos de cría, el resto estaban vacíos. Será ahora cuando se iniciará una investigación para dar con los que pilotaban las dos embarcaciones y también para advertir a los bateeiros de la zona si notan que les falta mejilla en las cuerdas de sus plataformas flotantes.

Cabe recordar que los bateeiros han solicitado a la Consellería do Mar la ampliación del período para la extracción de la mejilla precisamente porque ha sido este un año en el que la cría escasea en las piedras.