La caída de la producción y el cierre del libre marisqueo por el paro biológico ha dejado en mínimos la facturación de las lonjas arousanas en los dos primeros meses del año, registrando una caída de 3.788.490 euros con respecto al ejercicio anterior en estas fechas. Así lo reflejan los datos de Pescadegalicia, que evidencian la delicada situación del sector, cuya necesidad de mejora se ha vuelto acuciante en Arousa, una de las mayores productoras del mar de toda Galicia.
Así, las rulas arousanas cerraron febrero con una facturación ligeramente superior a los nueve millones de euros (9.353.631 euros), después de que pasasen por las diferentes lonjas más de dos millones de kilos de productos, fundamentalmente marisco y pescado, frente a los cerca de cuatro millones de kilos registrados en la pasada campaña de 2023. Unos bajos números que han afectado con especial dureza a lonjas como las de Carril o Vilanova, en el margen sur de la Ría, y, especialmente, Cabo de Cruz, en la zona norte, que ha sufrido una dura caída de facturación del 96,31 %, al estar dedicada su producción íntegramente a la producción y comercialización de bivalvos.
De hecho, este tipo de mariscos —como la almeja, vieira o la navaja, entre otros— registraron la mayor parte de las pérdidas en este periodo, pasando de una facturación de 4.505.705 euros en 2023 a unos 2.152.357 euros en estos primeros meses de 2024. Una circunstancia que marcó a las rulas más dependientes de este producto. También se pueden observar descensos en la producción e ingresos de otros grupos biológicos, como los cefalópodos o los equinodermos y, más levemente, en los crustáceos. Precisamente Aguiño es una de las más conocidas en Galicia en este tipo de marisco y, sorprendentemente, registra en estos primeros meses una pronunciada caída, pasando de los 111.666 euros facturados con crustáceos en los dos primeros meses de 2023 a los 36.909 euros actuales. En cuanto al resto de mariscos y pescados, se mantuvieron rondando sus números (aunque a la baja), excepto en el caso del pescado, que aumentó su facturación, y el de las algas, un nuevo nicho de mercado que se está abriendo en el sector y que dobló tanto su facturación como su producción.
En todo caso, Ribeira sigue liderando en la Ría de Arousa. De hecho, es —con diferencia— una de las lonjas de Galicia que más marisco y pescado mueve después de comercializar en 2023 cerca de 29.000 toneladas de marisco y pescado. Una cifra que lo convirtió, incluso, en líder autonómico. En el caso de los dos primeros meses del año, pese a no mantener el ritmo del ejercicio anterior, vuelve a marcar unos buenos datos dadas las circunstancias, ya que cerró febrero con más de 5,6 millones de euros en facturación después de que pasasen por sus instalaciones marítimas 1,8 millones de kilos de marisco y pescado, un 82,38 % del total de la Ría. Sin embargo, la rula ribeirense se dejó por el camino cerca de 1,2 millones de euros frente a los dos primeros meses de 2023. Una pérdida que se explica en el pronunciado descenso en la facturación por la comercialización de cefalópodos (como son los pulpos), tras pasar de 1.840.000 euros a los 859.195 euros actuales.
Cambados es la segunda lonja arousana con mayor empuje y con mejores cifras en este arranque de 2023. De hecho logró facturar 1.218.477 millones de euros según los datos de Pescadegalicia, registrando en las dependencias de Tragove 184.953 kilos de producto procedente del mar. Bastante menos pescado y marisco tuvo que mover O Grove (84.090 kilos) en este inicio de año para obtener una facturación muy similar, aunque no consiguió superar la barrera del millón, quedándose con 957.454 euros. En todo caso, las dos villas de O Salnés empeoran sustancialmente en datos respecto a 2023 y 2022. Misma línea que se registra en toda las demás dependencias de la Ría de Arousa.
Carril, pese a mantenerse en la cuarta posición —muy seguida por Aguiño— se deja este ejercicio un 49,81 % de su facturación, quedándose con apenas 366.434 euros ante la pérdida de producción de bivalvos. A Illa, Vilanova, Portonovo y Rianxo también sufren descensos importantes, aunque la más damnificada es Cabo de Cruz. En el caso de las lonjas más pequeñas, como Vilaxoán o A Pobra consiguieron que mitigar en mayor medida el declive de facturación, cerrando febrero con 106.763 y 88.509 euros, respectivamente.