La decisión de la Consellería do Mar de autorizar la apertura de nuevas zonas para la extracción de la mejilla en A Guarda y O Grove no contenta a nadie en un conflicto ya abierto entre bateeiros y percebeiros y cofradías. A los primeros no les llega porque aseguran que estos nuevos espacios están totalmente “limpos” de cría y que –la que queda– será recolectada ya en la primera jornada por los muchos que acudan a la zona. Los segundos porque el pasado viernes advertían bien claro que del 16 % de costa que todavía permanecía cerrada a finales de la semana pasada no iban a tolerar “a apertura de nin un metro máis”. Con este nuevo paso por parte de la administración autonómica nadie está, pues, contento.
La apertura de zonas en O Grove y A Guarda se suma a las decretadas la semana pasada en la costa de A Coruña, Lorbé, Corme, Muros, Laxe, Caión y Muxía. Todas ellas –según bateeiros consultados– “sen cría, totalmente raspadas”.
La Consellería do Mar incide en que esta última apertura ha sido fruto del diálogo entre este departamento autonómico, las cofradías de pescadores y las organizaciones bateeiras Opmega, Amegrove y Socomgal, que de momento siguen apostando por la vía del diálogo frente a la mayoría del sector (aglutinado en 28 asociaciones) que entiende que lo mejor es pasar a la acción. Con la intención de que el conflicto (muy enquistado ya) no vaya a más la Consellería asegura que seguirá manteniendo reuniones con las dos partes para tratar de “evitar desencontros e velar pola convivencia de ambas actividades”.
En todo caso la situación que se vive dentro del sector bateeiro es de desesperación. “Estámolo pasando moi mal”, señalan. Recuerdan que “nós, como bateeiros, só podemos traballar disto, pero os percebeiros por exemplo poden compaxinalo con outros recursos específicos ou co marisqueo. Así que non digan que somos uns privilexiados”, exponen.
Aseguran además que las zonas que están abiertas “non teñen mexilla, están as pedras limpas” y que observan como en puntos de Baiona (entre otros) “si hai cría, haina e non podemos acceder a ela”. Aunque reconocen que este año se ha detectado una importante bajada de la semilla, la que hay en las zonas rojas supondría un alivio para las bateas que todavía están vacías. Una situación –como incluso ha advertido el propio Consello Regulador Mexillón de Galicia – que pone en jaque la producción del año 2024.
Una situación que también genera tensiones dentro del propio sector, dado que las 28 asociaciones que claman por la recuperación de la gestión total del recurso solo quieren como interlocutor válido al presidente de la Xunta, Alfonso Rueda. Ellas representan a la mayoría de las bateas de la Ría de Arousa, que es donde más problema existe a la hora de conseguir la cría. No solo porque es donde se aglutinan el mayor número de plataformas, sino porque en muy pocos polígonos las cuerdas recolectoras son efectivas. “Xa a primeira batea en Vilaxoán nos anos 40 se nutreu de pedras. Sen pedras morremos”.