Mercadona centralizará su actividad en las instalaciones que se están construyendo en Valle Inclán, que sustituirán a las de Rosalía de Castro y a las de López Cuevillas, que cerrarán sus puertas. El nuevo supermercado, explican desde la compañía, se adapta al “modelo de tienda eficiente”, con una sala de ventas más accesible y un aparcamiento más amplio para facilitar las condiciones de compra.

Este supermercado, situado frente al Puerto, supondrá una inversión de más de 11, 5 millones de euros. Las otras dos tiendas s encuentran en zonas muy concurridas. Aunque el cierre de la más céntrica sí se esperaba, el de San Xosé sorprende algo más, al dar este supermercado servicio a toda el área norte.

Explican desde Mercadona que estos dos centros “no se pueden adaptar a los estándares de calidad” que quieren ofrecer a sus clientes y trabajadores. En cuanto a la plantilla, inciden en que se recolocarán a todos los empleados “atendiendo a sus demandas o necesidades”, manteniendo a todos los que actualmente trabajan en los dos centros.

Más eficientes

En cuanto al aspecto medioambiental, en la nueva tienda se implementarán medidas que permitirán reducir hasta en un cuarenta por ciento el consumo energético respecto al modelo de tienda convencional, así como la mejora del aislamiento térmico y acústico con la optimización de los materiales y el grosor de paredes y techos, y nuevos arcones de congelados más eficientes.

Además, contará con un sistema de iluminación LED automatizado que se regula según las zonas y los momentos del día, para una gestión energética mucho más eficiente.

Desde Mercadona señalan que, para facilitar las tareas diarias de los trabajadores, este nuevo supermercado incluirá múltiples medidas para mejorar la ergonomía y eliminar sobreesfuerzos, como el nuevo mueble de caja que se desarrolló en colaboración con el Instituto de Biomecánica de Valencia. La tienda también dispondrá de zonas comunes para los momentos de descanso.

Cetárea romana

El nuevo supermercado ocupará una superficie de 2.800 metros cuadrados de los 6.735 que tiene la parcela. Los aparcamientos sumarán 135 plazas, cincuenta de las cuales estarán en el sótano, 55 en la primera planta y 30 en el bajo. En el piso superior se ubicará también la zona de servicios. La entrada a la parcela cambiará con respecto a la actualidad, desplazándose unos metros.

Las obras del nuevo Mercadona comenzaron ya en el verano y desde el mes de septiembre un cartel anuncia la próxima apertura del nuevo supermercado. La finca en la que se van a llevar a cabo los trabajos está situada entre Maderas Redondo y el parque Valdés Bermejo, donde se encuentra el yacimiento Castro Alobre. Por ello, antes de realizar los trabajos fue necesario hacer unas catas arqueológicas, de las que se encargó la empresa A Citania.

Fue así como se descubrió una cetárea romana, antigua fábrica de procesado de pescado, vinculada al castro y que se encuentra en un área en el extremo contrario al del supermercado y que, además, se protegerá. La Dirección Xeral de Patrimonio obligó, eso sí, a modificar la entrada actual al recinto. l