El proyecto para poner en marcha del nuevo Mercadona de Valle-Inclán, junto al Valdés Bermejo, ya da sus primeros pasos. La empresa promotora ya realizó en la zona trabajos de movimiento de tierras y derribo de edificaciones auxiliares.
 

El Concello señala que las obras cuenta ya con licencia municipal, después de que en marzo el Pleno diese el visto bueno a la aprobación definitiva del estudio de detalle. Con estos dos pasos dados, los trabajos ya pueden iniciarse, conforme al proyecto presentado ante las administraciones y también a lo apuntado desde la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta.
 

La construcción del supermercado, indican desde el Concello, se realiza en una zona que no afecta a la cetárea romana que fue localizada, precisamente, durante las catas previas a la presentación del proyecto.
 

Este yacimiento, de notable interés y que fue descubierto por A Citania, está en la esquina más próxima al Valdés Bermejo y al Castro Alobre, que no ocupará el nuevo supermercado.
 

Sobre los planes de Mercadona no han trascendido demasiados detalles, ya que la firma cuenta con otros dos supermercados en la localidad: Uno de ellos en López Cuevillas, no muy lejano a Valle- Inclán y otro en la zona de Rosalía de Castro, que da servicio al área norte.
 

El nuevo supermercado ocupará una superficie de 2.800 metros cuadrados de los 6.735 que tiene la parcela. Los aparcamientos sumarán 135 plazas, cincuenta de las cuales estarán en el sótano, 55 en la primera planta y 30 en el bajo. En el piso superior se ubicará también la zona de servicios.
 

La entrada a la parcela cambiará con respecto a la actualidad, desplazándose unos metros. La Dirección Xeral de Patrimonio puso una serie de condiciones para poner en marcha los trabajos, que incluyen la protección de la cetárea.
 

Una gran área arqueológica

Precisamente la protección de este yacimiento fue una de las cuestiones que se abordó en el Pleno en el que se aprobó el estudio de detalle. El alcalde, Alberto Varela, manifestó a este respecto que la intención era integrar, en un futuro, la cetárea romana en el entorno del Valdés-Bermejo.
 

Precisamente hacia esa zona detectaron los miembros del equipo de arqueólogos de A Citania que podría haber más restos de la fábrica de procesado de pescado, que demuestra la importancia del Alobre.
 

Para que se pueda poner en marcha esta integración y crear así una gran área arqueológica, el Concello señala que es necesario firmar un convenio, ya que los restos se encuentran en un terreno privado.
 

Por el momento, y como no hay reparto de áreas en el gobierno local, algo que, señalan fuentes municipales, “será inminente”, no se pudo avanzar en esta cuestión, aunque desde Ravella confían en que se retomen las conversaciones en cuanto esté organizado el nuevo ejecutivo local.
 

Mientras tanto, los restos de la cetárea, descubierta ya hace unos años, permanecen tapados.