Las decenas de personas que, con sus garrafas y botellas, acuden habitualmente a la fuente pública de Castroagudín a abastecerse de agua tendrán que dejar de hacerlo durante unos 15 días. Un equipo de restauración de cuatro personas capitaneado por Iria López trabajará estas dos semanas en la limpieza y recuperación de uno de los elementos patrimoniales más reconocidos de la parroquia de Cea y que está catalogado como Ben de Interese Cultural. En los trabajos invierte el Concello de Vilagarcía 8.362 euros, que se financian a través de la línea de ayudas habilitada para la supresión de la simbología franquista en os espacios públicos y para la recuperación del patrimonio local. “Primeiro aplicamos un biocida e agora estamos procedendo á súa limpeza cun cepillado. Ademais tamén se está facendo unha revisión do seu estado de conservación e percibimos algunha greta na súa parte superior”, explica López. En la limpieza se retirará musgo, líquenes y hongos de forma manual y todo con la autorización de Patrimonio. “Non hai outra actuación previa rexistrada”, señala López.

Esta fuente es parte de la historia local de Castroagudín y un elemento que destaca en una zona que es de reunión e intercambio social. El conjunto escultórico de corte barroco alcanza una altura de casi 10 metros y está conformado por la propia fuente, un reloj y el crucero. Según figura en el proyecto de restauración, la obra pudo haber sido el encargo de un matrimonio del lugar a cambio de que los vecinos les permitiesen la explotación de una cantera de piedra muy buena que había en ese momento en la zona. El agua procede de un manantial que baja desde la ladera del castro situado en O Pousadoiro.

En una inscripción que ahora está tapada por la suciedad, pero que podrá verse cuando culmine la restauración figura “Año de 1797. Dn Alverto Pérez i Da Mari Ana Vidal Vecinos de este lugar icieron esta obra a consta el maestro de esta obra Jacinto Gómez”.

A finales del siglo XIX el conjunto se remodeló para incluir el reloj y encima del mismo el crucero. A finales de los años 80 del siglo pasado se incorporó la balaustrada exterior. En el centro puede verse una imagen de la virgen del Rosario, seguramente policromada en su día.