La ocupación del embalse del río Umia, en Caldas, cayó en casi un 30 % en tan solo dos meses. Así lo muestran los datos de Aguas de Galicia que, de forma periódica, realiza un análisis sobre el estado de las aguas en la comunidad. Así pues, y según el último boletín del pasado lunes, la ocupación de la presa de A Baxe está en un 59,48 %, un 28,7 menos que lo registrado a principios del mes de agosto. El embalse ha sufrido una bajada notable incluso desde hace una semana, dado que a principios del mes de octubre estaba su ocupación en el 66 %.
La comarca de O Salnés está viviendo un fin de verano e inicio de otoño atípico, con temperaturas muy altas y con escasas precipitaciones. Aún así –y teniendo en cuenta que los servicios meteorológicos ya han anunciado lluvias importantes para las próximas jornadas– el abastecimiento no está comprometido en absoluto.
La ocupación es más baja que en la misma fecha del año pasado, dado que la presa de A Baxe estaba al 66 %. Hay que acudir a los registros de 2021 para constatar un octubre con una ocupación más baja de la actual, en un 48 %.
En todo caso el resguardo del embalse caldense es de un 40,52 % según los últimos datos. Una semana de lluvias como la que se prevé dejará la presa en condiciones menos preocupantes.
El que mantiene una ocupación más o menos estable durante todos los meses de este pasado verano es el embalse de Castroagudín, en Vilagarcía. Es recurso del que la ciudad podría abastecerse en caso de emergencia. Eso sí, es baja. Según el último informe no llega a una ocupación del 16 %, unas cifras más bajas que las registradas en el mes de agosto de este mismo año, con un 24,64 %. Eso sí, curiosamente y al contrario de lo que ocurre con el embalse de Caldas, tiene unas cifras superiores en ocupación que las de hace un año, en la que apenas alcanzaba el 10 %.
En todo el verano no se registraron problemas de suministro pese al incremento notable de la población.