Una parte del alijo de cocaína del alijo que hizo caer al que en su día fue médico de Diego Armando Maradona y de la selección de Colombia, se perdió en Vilagarcía. En la localidad arousana se perdió el rastro de uno de los compradores de una trama internacional con vínculos con algunos de los narcotraficantes más peligrosos de Bulgaria, y con redes también en Colombia.
La falta de policías en el momento en el que tuvieron lugar los hechos, a finales de 2019, impidió que se pudiese capturar la droga que llegó a Vilagarcía en un vehículo, escondida en caletas, y que acabaría siendo parte del mercado.
Cabe recordar que se trata de hechos que ocurrieron hace cinco años, con una situación totalmente diferente a la que hoy vive la Comisaría de Vilagarcía y que, en cualquier caso, según consta en la sentencia de la Audiencia Nacional, no se trataría de una gran cantidad de droga.
Al no poder localizarse el alijo, no se puede saber la cantidad exacta, pero en el fallo queda recogido que sí se sabe el dinero que se llevaron los vendedores, dos de los miembros
Mauricio Vergara, conocido como “el Doctorcito”, es uno de los condenados por pertenencia a una red internacional de tráfico de cocaína y hachís con vínculos en varios países, que cayó en plena pandemia, en mayo de 2020 y que utilizaría una clínica de medicina estética de Madrid para organizar sus operaciones.
Contarían también con vínculos con narcotraficantes gallegos, según recoge la sentencia de las escuchas realizadas, pero que no logaron ir más allá.
La operación fue en su día muy mediática, ya que junto a “el Doctorcito” fue detenido un conocido exfutbolista que, posteriormente, quedó liberado de todo cargo. Fue llevada a cabo por la Sección IV de la Brigada Central de Estupefacientes de Udyco Central y dirigida por el Juzgado de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional.
Fue a mediados de 2019 cuando el cuerpo de lucha contra la droga tuvo noticias, a través de Homeland Security Investigations de los Estados Unidos, de que la clínica que regentaba el médico que había puesto a dieta a Maradona era utilizada para coordinar la entrada de droga en España a través de contenedores.
Comenzó entonces una investigación que duraría varios meses, y en la cual los policías llegarían a infiltrar a dos agentes y a descubrir un entramado con una importante infraestructura y que incluso contaría con el favor de vigilantes corruptos de puertos como el de Valencia.
En enero de 2020, aparece por primera vez en las escuchas el nombre de un búlgaro que, tras recabar información de agencias internacionales, entre ellas en el país de este individuo, descubren que se trataría de “uno de los mayores narcotraficantes que operan en la zona del levante español y que, para el tráfico de cocaína y hachís, dispondría de una amplia infraestructura marítima y mercantil”. El hombre, se encuentra en estos momentos huido de la justicia y buscado por la Interpol desde 2022.
Una de los éxitos de la operación conocida como “Torta ahogada” fue el de desvelar el innovador que utilizaba esta trama internacional dedicada al tráfico de cocaína y hachís, con suministradores en Colombia y Marruecos. Y es que el sistema de ocultación de la droga en los contenedores era un sofisticado proceso de impregnación de cocaína en las fibras centrales del cartón. Para facilitar estas tareas, el principal líder de la red, el colombiano Milton Santamaría, más conocido como “Siete pelos”, montó una empresa cartonera, con la que podían hacer cajas para el transporte de cualquier producto legal. Metían, en cada una de ellas, unos cien gramos de droga.
Así lo hicieron para el traslado de una tonelada de cocaína camuflada entre piñas y limas colombianas, que finalmente hizo caer a la organización. Pese a los precursores métodos, la sentencia de la Audiencia Nacional, que desestima los recursos presentados por varios de los condenados, también muestra importantes fallos especialmente entre los escalafones más bajos de la organización, que tenía a una veintena de personas trabajando para estos ilegales fines.
Entre ellos, varios vigilantes de seguridad que, según recogen las escuchas que se plasman en el fallo judicial, no tenían reparos a la hora de hablar directamente de la droga mientras estaban trabajando, y en una época en la que el silencio reinaba: Mayo de 2020, en pleno confinamiento.
De hecho, la operación “Torta ahogada” se desató poco después, con la detención de unas 18 personas entre ellas, en Colombia, el que fue médico de Maradona a principios de siglo y que ocuparía un escalón intermedio dentro de la organización.