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jueves | 21 noviembre | 2024
El ansiado Plan de Movilidad Urbana Sostenible de Vilagarcía (PMUS) está a solo un paso de entrar en vigor. El documento que marca el futuro a corto, medio y largo plazo en cuanto a movilidad y accesibilidad en la capital arousana solo está pendiente de su aprobación inicial en el Pleno y de su exposición pública para –al terminar los plazos establecidos legalmente– quedar aprobado de forma definitiva. El Plan –que consta de casi 200 páginas– fue elaborado de forma conjunta y desde hace meses por las empresas Gea 21 y Traza Territorio y de él se desprenden cuestiones clave para saber qué va a pasar con el diseño callejero, con el tráfico rodado o con –por ejemplo– la movilidad en bicicleta tanto por el centro como por el rural.
El PMUS hace un detallado diagnóstico de la situación y también plantea posibles medidas a adoptar para mejorarla.
El importante informe expone que Vilagarcía tiene una alta dependencia del coche particular para cubrir las necesidades de movilidad. Apunta que incluso para distancias cortas se suele utilizar el turismo. Incide que –de hecho–en la ciudad se reserva mucho espacio público y privado para el estacionamiento de coches. Dice el documento que “la dispersión de la urbanización dificulta las alternativas al coche motorizado, pero las distancias y los desniveles son bastante favorables para los desplazamientos en modos activos, tanto andando como en bicicleta”.
Entienden los técnicos que falta una articulación de itinerarios peatonales seguros, cómodos y atractivos para poder llegar a destinos más allá de los que están en el centro urbano. Apuntan en el informe que “la fachada marítima carece de un itinerario peatonal y ciclista continuo a lo largo de toda la costa” y destaca que existen múltiples obstáculos y problemas respecto a las opciones de acceder andando o en bicicleta desde los núcleos rurales hacia las zonas urbanas. A ellos se le une –como así apuntan las empresas redactoras– la “falta de información sobre la oferta del transporte público, tanto en general como en las propias paradas en tiempo real”. Además indican que el propio trazado de los viales rurales –muy estrechos– complican el paso de autobuses.
Los técnicos también ponen el acento en que hay pocas mejoras previstas en el PXOM respecto de la configuración de la red viaria.
Entre los puntos conflictivos los técnicos indican que existen conflictos en las calles peatonales, que no son usadas solo por caminantes, sino que conviven con vehículos que acceden a los garajes, así como con la circulación de patinetes y bicicletas.
Desde el Concello indican que el propio PMUS ofrece fórmulas diversas para abordar la movilidad sostenible en la ciudad. Van desde dotar de aceras a aquellos viales que aún carecen de ellas a abordar la conexión de las zonas urbanas con las periurbanas y rurales, así como mejorar las redes de transporte colectivo o extender el servicio de préstamo de bicicletas.
Los técnicos indican que los caminos que conectan las zonas más rurales con el centro carecen de aceras y, por lo tanto, son inseguras para desplazarse andando. Entienden, de hecho, que una de las medidas que debe adoptarse es la de limitar el tránsito de vehículos a motor por el centro para evitar la “agitación” que esto genera. Optar, así pues, por regular y reorganizar el aparcamiento para que todos sean disuasorios y no próximos a las calles que articulan el centro. Las empresas redactoras también creen importante que se ejecute un cambio de modelo en el diseño de los cruces e intersecciones incorporando una “perspectiva peatonal” que asegure la continuidad desde todos los puntos del cruce mejorando la visibilidad.
Cabe destacar que entre las medidas correctoras que se exponen en el PMUS está la de establecer un sentido único en la avenida Juan Carlos I y ejecutar un vial alternativo paralelo al trazado ferroviario por la zona rural. Además se plantea la humanización –con prioridad peatonal– tanto de las principales calles del centro de Vilagarcía como de los núcleos históricos de Carril y Vilaxoán.
