Sabina tiene su Calle Melancolía y en Vilagarcía también hay una Praza da Desilusión. Se encuentra en el barrio de San Xosé y los vecinos la han “rebautizado” por el sentimiento que les generan las obras que se han llevado a cabo. Y es que es precisamente lo más esperado lo que puede traer consigo una mayor decepción.
 

En el caso del barrio que conecta con Rosalía de Castro, no son muchas las inversiones de las que es testigo. Contar con una placita que sirviese de punto de encuentro era un sueño que tenían estos vecinos.
 

Como en el famoso y versionado meme, la obra parece haber llegado directamente de Aliexpress. Y es que el solado de zahorra combinado con cemento es, en realidad, una alfombra de barrio que desespera a vecinos y negocios de la zona.

Los problemas son evidentes en cuanto llueve, que la zona se convierte en un lodazal, pero también en días normales o cuando hay viento. La panadería de San Xosé, con la zahorra mismo en la puerta, es una de las perjudicadas. Los vecinos ya dieron la voz de alarma en diciembre y, desde entonces, han mantenido reuniones con la edil de Urbanismo, Paola María Mochales
 

“Hace un mes que nos dijeron que vendrían a hacer unos arreglos y que el suelo estaba mal ejecutado”, explican los afectados. Desde entonces, “no apareció nadie”, aunque sí se realizaron otras actuaciones en la zona, como quitar la curva de la parte de atrás de la capilla para el giro de los autobuses o poner baldosas para invidentes en los pasos de peatones (“otro fallo bastante grande”, comentan). Hartos de esperar, ahora una placa de cartón luce en un escaparate. “Praza da Desilusión”, se puede leer en el barrio de los vecinos que no quieren los pies de barro