La reforma y humanización de Conde-Vallellano despertó el interés de un total de quince empresas. Así se conoció con la apertura de las picas presentadas a licitación, aunque varias de las firmas presentaron ofertas significativamente bajas con respecto a los 630.000 euros de salida, por lo que fueron requeridas para que las justifiquen. Esto ocurrirá en el plazo aproximado de diez días, de tal forma quedará el resto de diciembre para cumplir los siguientes trámites.
La intención es, como se dejó claro en el propio pliego de licitación, que las obras comiencen después de pasadas las fiestas navideñas, incluida la Cabalgata de Reyes. Por ello, se prevé que el arranque sea el 13 de enero. Teniendo en cuenta que el plazo de ejecución es de seis meses, Ravella espera que Conde-Vallellano estrene su nuevo aspecto durante le verano de 2025, salvo que surja algún imprevisto.
La intervención en esta céntrica calle, que comunica la Praza de Galicia con la Avenida da Mariña, y que discurre paralela al litoral, será “sinxela e verde”, en palabras del alcalde, Alberto Varela, durante la presentación del proyecto. Además, habrá espacio para el tráfico restringido de vehículos (seguridad ciudadana, ambulancias, autorizados, carga y descarga limitadas en el tiempo...). La renovada calle será un espacio más abierto, con árboles y zonas verdes, donde destacarán la línea de jacarandas y un mobiliario urbano listo para sentarse.
Será, apuntan desde el Concello, “unha especie de nova alameda en pleno centro da cidade”. Esta avenida nació en 1955/56 para dar entrada y salida al puerto comercial, al conectarlo con las carreteras de Santiago, Pontevedra y Cambados-A Toxa, que entonces pasaban, necesariamente, por el centro de la ciudad. Para ello, fue necesario alinear tres viejas calles y derribar varias casas. Esta historia se puede ver en los paneles colocados en la zona, junto al nuevo diseño.