Corren nuevos tiempos en A Laxe y el local social construido con las aportaciones vecinales en los años 70 volvió a abrir ayer sus puertas a la ilusión y a las ganas. Una nueva directiva ha cogido las riendas de la asociación Contra Vento e Marea con el objetivo de “volver a celebrar actividades, unir á veciñanza e recuperar os eventos que levan anos sen celebrarse”. Al frente están Diego Dasilva (como presidente), así como Esther López, María del Mar Lojo y María José López. El arranque no será fácil, y así lo reconoce el propio Dasilva. “Isto levaba anos parado e xa empezamos cun saldo negativo duns 1.000 euros”, explica. De ahí que para empezar a andar la propia directiva haya que tenido que poner dinero de su propio bolsillo. Asumiendo, además, que hay mucho por hacer, empezando por el arreglo del propio local social. Este empezó a construirse en el año 1973. “Cada casa fixo unha aportación de 3.000 pesetas, ademais da man de obra. Os veciños viñan e axudaron a levantalo”, explica el presidente. Se inauguró en el año 1978 y años más tarde el Concello le añadiría un anexo que es el que ahora sufre más desperfectos. “Chove dentro e hai moitísimas humidades”, explica la directiva.

Dado que las cuotas para intentar equilibrar las cuentas empezarán a cobrarse todavía ahora serán los propios vecinos los que tendrán que hacerle un lavado de imagen al local. “Viremos un día con brochas e pintura e non hai mellor actividade que esa”, explica Dasilva. La mayor parte de los miembros de la directiva son también los encargados de la comisión de fiestas, de ahí que los vecinos confíen ya en su trabajo. De hecho en el primer día ya lograron un total de 60 socios, que para un lugar como A Laxe no está nada mal. “Hai ilusión”, reconoce el presidente.

Además de la organización de eventos y de actividades –ya hay un baile programado para el 25 de diciembre a partir de las siete de la tarde– la asociación servirá de mediadora de los problemas que haya en A Laxe con las diferentes administraciones, entre ellas el propio Concello. De hecho hace casi un año reclamaban ante el Pleno de la Corporación cuestiones que afectaban directamente al lugar como el arreglo del parque infantil, la dotación de contenedor amarillo, mejoras en los badenes o en la zona del mirador. Nada de eso se ha hecho, de ahí que volverán a hacer públicas ante el gobierno local estas reivindicaciones a través de Contra Vento e Marea. “O importante é poñerse a rodar”, explican. Por lo de pronto la asociación ha recuperado la actividad, tiene proyectos en mente y el centro social ha visto de nuevo la luz tras años sumido en la oscuridad.