El riesgo de derrumbe del viejo edificio del asilo obliga a modificar el tráfico durante al menos cuatro días en la avenida Rosalía de Castro, a la altura de la Praza da Constitución. La administración local colocó ya unas vallas en la zona para proteger a los peatones que puedan querer circular por la acera y también a los vehículos que transitan habitualmente por esta carretera. La idea es poder realizar durante este tiempo tareas de apuntalamiento con el fin de evitar que la pared se venga abajo.
Así pues los trabajos dejan sin efecto tanto la zona de aparcamiento para motos como la franja de cuadrícula amarilla en el acceso a la calle Rey Daviña, ya que ambas serán usadas como carril de la avenida en sentido Carril-Vilagarcía. Por el mismo motivo los dos aparcamientos de la avenida desde la Praza da Constitución también quedarán anulados provisionalmente. Por su parte el tráfico pesado –camiones y autobuses– será desviado de forma obligatoria por el vial del Puerto. De esta forma se intenta que el flujo de vehículos sea lo más ligero posible para que no se creen retenciones en los momentos más delicados del día en la que es una de las principales arterias de circulación de la ciudad.
Aunque el tránsito de turismos está garantizado en ambos sentidos desde el Concello se pide prudencia a los conductores, pero también a los viandantes, pues el vallado afecta a buena parte del paso de peatones que facilita el acceso a la Praza da Constitución y la calle Rey Daviña.
El asilo-hospitalillo fue promovido en 1.892 por Luisa Vila Janer, ya viúda de José Bargés, alcalde de Vilagarcía y tía de Francisco Ravella, que también llegó a ser regidor. El proyecto fue realizado por el maestro de obras Manuel Pereiro Caeiro, el mismo que antes ya había hecho el Salón García