La situación del sector del mar es "crítica". Lo denuncian bateeiros, cofradías, mariscadores de a pie y a flote y diversas entidades, como la PDRA o Plademar Muros- Noia, que reclaman de la administración que pongan ya, de una vez por todas, toda la carne en el asador para atajar este grave problema que, advierten, dejará a muchos "en tierra". "Non queremos que a nosa profesión tradicional pase a mans de grandes compañías, pero do cariño non se come", apunta María Porto, presidenta de la Agrupación de Marisqueo a pé de Carril.
La denuncia llega a las puertas de una campaña de Navidad que pilla al sector en horas bajas y sin ninguna esperanza. "Por nós pechamos xa", señala Lino Díaz, patrón mayor de Vilanova. "A última boa foi en 2019", apunta Porto. Es un momento crítico, tras unos temporales que acabaron de dar la puntilla pero, en realidad, es ya más de una década la que el sector lleva dando la voz de alarma ante una caída constante y sin freno.
Tiran de "demoledores" datos para señalar que la comparación de la producción de todas las rías gallegas entere enero y octubre sitúa una bajada del 76 por ciento en el berberecho, del 67 % en la almeja rubia, del 67 en la fina y del 74,3 por ciento en la babosa. La experiencia también sirve como medidor. "Cando eu empecei os topes eran de dez kilos, hoxe son de dous", apunta Díaz.
No se trata, señalan, de un descenso puntual. De hecho, llevan ya anós denunciándolo públicamente. También pidiendo medidas y presentando escritos ante la Xunta que no obtienen respuesta. "Esperemos que agora o novo conselleiro, que parece que está na rúa, cambien as cousas", apunta el patrón de Vilanova. Precisamente desde su Cofradía se presentó un plan de regeneración para las zonas de a flote, con labrados y apertura de canales, que no obtuvo respuesta.
Reclaman, entre otras cuestiones, un plan de regeneración vinculado a las ayudas. En estos momentos, se encuentran con un doble problema. Y es que para acceder a estas prestaciones, en caso de cese de actividad, se exigen doce meses de cotización en los últimos dos años, que con la bajada de producción son difíciles de garantizar. "En Carril tivemos cese de actividade entre 2020 e 2021, un ano. Tres meses cobramos, o resto foi tirar do peto das mariscadoras", explica Porto, que señala que la Agrupación asume 80.000 euros en semilla cada año, de los que solo 7.500 se subvencionan.
La otra alternativa de ayudas es financiar una parada temporal con fondos Fempa, pero exige tener 120 días de actividad extractiva con ventas, requisito que tampoco es fácil de cumplir. El sector también llama la atención sobre el hecho de que la partida para actuaciones en bancos marisqueros de los Orzamentos de la Xunta para 2022 quedó sin ejecutar en un 53,75 por ciento, es decir, 29,4 millones de los 55, 8 que se destinaron.
En cualquier caso, los mariscadores, bateeiros y parquistas dejan claro que "non queremos vivir da caridade" y que, cuando acaben las ayudas y vuelvan al trabajo el panorama que se encuentren será el mismo. O peor, porque otro de los problemas con los que se encuentran es que mientras están con el cese de actividad no pueden sembrar, en el caso de las mariscadoras (aunque sí limpiar y vigilar). En el caso de los rañeiros, directamente los barcos quedan en puerto, por lo que los fondos quedan sin trabajar.
Las medidas que reclaman pasan, en primer término, por un plan ambicioso de regeneración vinculado a las ayudas, con fuerte dotación económica y que permita trabajar en la recuperación de las zonas. Además, reclaman un estudio multidisciplinar que ahonde en los problemas del mar. Sobre la investigación para hacer especies más resistentes, aseguran que no lo ven mal, "pero pode durar anos, mentras tanto que é de nós?", se pregunta Díaz.
Inciden, de nuevo, en la necesidad de actuar en los factores que multiplican la mortandad, como la contaminación de las fábricas, las minas y las EDAR e inciden en que llevan muchos años de "aprazamento" la solución a los problemas de las depuradoras. "Hai dúas varas de medir, e esqueces o raño na lancha é falta grave, pero se contaminas cun emisario directo ao mar- en paralelo, que non pasa por depuradora- é leve", se quejan. La transparencia en los protocolos de desencoro es otra de las demandas crónicas del sector, con varios escritos a Augas de Galicia.
Ahora ya enviaron una nueva petición de reunión, pero la espera no va a ser eterna. "Tal e como fletamos autobuses contra a Lei de Acuicultura, podemos volver a facelo", apunta Porto.