Las solicitudes de propietarios para reconvertir bajos comerciales vacíos –o que nunca llegaron a utilizarse– en viviendas se han disparado en los últimos años en Vilagarcía. Así lo muestran los datos facilitados por el Concello que indica que en lo que va de este año 2024 se han registrado en Ravella un total de 9 solicitudes. Son muchas más que las de años anteriores, lo que evidencia no solo el creciente interés de los dueños por apostar por este tipo de inmuebles, sino también la falta de vivienda normal en la capital arousana. Según los datos que figuran en la administración local el 2023 fueron tres las solicitudes frente a años anteriores en los que estos trámites oscilaron entre uno y dos y eran prácticamente residuales.
En la mayoría de los casos de Vilagarcía se trata de particulares y solo dos son de empresas. Normalmente el cambio de uso que se pide es para viviendas –mayoritariamente de uso turístico–. Uno de los solicitantes incluso llegó a plantear cuatro viviendas en el mismo local.
Vilagarcía recuerda que la reconversión de bajos en viviendas ya estaba prevista en el Plan Xeral de Ordenación Municipal en el año 2000. Reconocen desde la administración local que hay un interés creciente por llevar a cabo este tipo de propuestas. De lo que no cabe duda es de que el número de bajos vacíos en el centro urbano –y también en entorno periurbanos– es cada vez mayor. En las principales calles comerciales se pueden contar más de dos decenas de locales con el cartel de “se vende” o “se alquila”. Los elevados alquileres frenan a los pequeños autónomos a optar por uno de estos locales para su negocio, de ahí que muchos propietarios quieran darle una salida.
En todo caso no es Vilagarcía la única que está experimentando un creciente interés por este tipo de reconversiones. En el que es, con diferencia, el principal polo de atracción turística de Galicia sobre todo en verano –en Sanxenxo– el número de solicitudes ha aumentado exponencialmente. Desde el Concello apuntan que desde el año 2021 se han habilitado en bajos un total de 80 viviendas. Todas ellas –algunos propietarios habilitaron varias viviendas en un único bajo– son para el uso turístico.
En el caso de Cambados este fenómeno también se empieza a notar, aunque en menor medida. Desde después de la pandemia del coronavirus se han gestionado unas cuatro reconversiones. Una de las últimas –según explican desde el Concello–fue el caso de una señora mayor que vive en un tercero sin ascensor y que tiene intención de arreglar el bajo para poder habilitarlo como vivienda para uso personal y por cuestiones de movilidad.
En el margen norte de la Ría de Arousa concellos como el de A Pobra señalan que sí, que ha habido casos y que la finalidad de las viviendas también era para uso turístico o incluso albergue. Y es que los ayuntamientos de O Barbanza –aunque de momento en menor medida que los de la comarca de O Salnés– han ido ganando en potencialidad turística en los últimos años. Sin embargo, y pese a esto, desde el Concello de Ribeira indican que las solicitudes de este tipo son “residuais” y que no son muchas en la capital barbanzana.
Lo cierto es que en el último año los portales inmobiliarios que ofertan bajos en, por ejemplo, Vilagarcía han incorporado como atractivo el hecho de que estos puedan reconvertirse en viviendas.
Eso sí, tal y como marca la normativa las nuevas viviendas que se construyan en esos inmuebles deben cumplir con los requisitos de habitabilidad de la Xunta de Galicia fijados en un decreto que data del año 2010. Entre estos criterios se incluyen cuestiones como la obligatoriedad de contar con una superficie mínima, así como la necesidad de que existan huecos para garantizar una buena ventilación hacia el exterior. Otras de las exigencia tienen que ver con la distancia mínima que –en todo caso– debe existir entre la entrada a la vivienda o las ventanas y la vía pública.
Además en Vilagarcía existen otro tipo de limitaciones. Como han dicho en alguna ocasión esta reconversión no sería posible en espacios como A Escardia, A Maroma o la zona que hay justo detrás del Centro Comercial Arousa. Todas ellas fueron ejecutadas con un plan parcial y, por lo tanto, se entiende que son espacios que cuentan con un número de viviendas más que suficiente y que no puede superarse aún más. Salvo que la normativa municipal cambie en un futuro, esta es la que impera a día de hoy.
De lo que no cabe duda es de que el problema de la vivienda es preocupante en Vilagarcía. La falta de obra nueva suficiente para satisfacer la demanda o de pisos en alquiler ha provocado una subida de los precios que muchas familias consideran inabarcables. Además también ha crecido de forma considerable el uso turístico de algunos inmuebles. Tan solo en el entorno de la Praza de Galicia hay dos edificios enteros dedicados única y exclusivamente al alquiler vacacional. Se espera que, dado el atractivo como destino que ha ido ganando Vilagarcía, este tipo de servicios vayan en aumento y ya hay otros puntos de la ciudad con propuestas estas características.