El Tribunal Supremo confirma la condena de 16 años y siete meses para un vilagarciano que violó y maltrató a su mujer, a la que incluso amenazó con atropellarla. Los hechos sucedieron en 2019, auqnue ya antes, en 2018, la mujer había puesto una denuncia por malos tratos, tras poner fin a la relación.
Posteriormente la retiró, tras comprometerse, según queda reflejado en el fallo judicial, a colaborar en el cuidado de los hijos en común. Pero al reanudar la convivencia, los hechos se agravaron, desatándose un auténtico calvario para la mujer.
Así en marzo de 2019 y tras una discusión, el hombre la tiró al suelo, le quitó parte de la ropa que vestía y le pegó varios empujones y puñetazos, arrebatándole el móvil y la cartera. Ella intentó recuperarlos en el mismo vehículo, pero el arrancó y una vecina tuvo que interceder, cayendo ambas al suelo.
Al mes siguiente, hubo otra discusión porque la mujer despertó a su pareja porque uno de los niños lloraba. El hombre la agarró del pelo, le dio un golpe en la cara con el marco de la puerta de la habitación, la agarró por los pies, la tiró al suelo y la arrastró hasta el rellano de la escalera, sin dejarle entrar hasta transcurrido un buen rato, mientras la mujer estaba con una de las hijas en brazos. Como consecuencia, la mujer fue asistida en Urgencias.
Uno de los hechos más graves ocurrió en noviembre de 2019, ya cuando la convivencia había cesado. Ambos, víctima y condenado, quedaron para tomar un café y después el hombre acompañó a la mujer al portal de la vivienda. Allí le pidió cambiarse de ropa para ir a rehabilitación, pero la mujer accedió a que lo hiciese en el portal, no en el piso. Una vez allí, el condenado la acorraló contra la pared e intentó besarla, mientras ella intentaba apartarla, sin conseguirlo. Después, le quitó la ropa y la violó.
Por estos hechos, la Audiencia Provincial de Pontevedra condenó al vilagarciano a 16,7 años de prisión, recurriendo la defensa al TSXG y, posteriormente, al Tribunal Supremo, mediante un recurso de casación.
La sentencia del alto tribunal echa por tierra todos los argumentos de la defensa e impone las costas al acusado. Contra este fallo no cabe recurso alguno.
Además de los años de prisión, la sentencia recoge otras medidas, como ordenes de alejamiento que se acumulan durante once años y medio tras el cumplimiento de la pena. Son siete delitos por los que se condena, entre ellos la agresión sexual.