Los vilagarcianos empiezan a acostumbrarse a la cita con los vermús. Y más sí son por partida doble. La música volvió a tomar la ciudad, llegando a Carril y a O Piñeiriño. Y, lejos de dejarse abrumar por la intensa agenda, el público respondió con entusiasmo a la cita.
En la Praza da Liberdade de Carril, Las Antonias hicieron suyo el nombre del escenario, reiventando y empoderando clásicos con letras libres, potentes y, sobre todo, cargadas de energía y humor. Un espectáculo que hizo al público implicarse, coreando las letras y echando unos bailes.
Al mismo tiempo, en O Piñeiriño la Duendeneta hacía las delicias de sus fans. No faltaron los “djs residentes”, como Carlos Crespo y K Dj, que llevan años haciendo magia con los mandos de la furgo más bailonga. Y bailar es precisamente lo que se le pide al Mercury vilagarciano. No defraudó. También bailó Carmen, la “pericentenaria” a la que cantaron el cumpleaños feliz en As Pistas.