Lo que se esperaba como uno de los plenos con más trascendencia de los últimos meses –con la aprobación de los pliegos para sacar a contratación el Servizo de Axuda no Fogar– acabó siendo una sesión plagada de mociones y de recriminaciones veladas entre los diferentes grupos. A tres horas del arranque de la sesión el gobierno local decidió retirar del orden del día el punto sobre el SAF justificando la decisión en que se va a estudiar la inclusión de las propuestas del BNG, que la formación nacionalista hizo ya públicas el sábado pasado. Conscientes de no contar con el apoyo suficiente para sacar adelante el pliego el ejecutivo de Alberto Varela ha decidido dejar el tema sobre la mesa para una “sesión futura”. Sin embargo el tema se trató de la mano de una moción de Esquerda Unida en la que –una vez más– su portavoz Juan Fajardo pidió la municipalización del servicio como ya hizo hace unos meses el BNG, sin éxito. En las primeras filas un grupo de trabajadoras del SAF seguían atentamente el debate sobre un tema crucial para su futuro laboral.
En las diferentes intervenciones de los portavoces políticos en este asunto hubo de todo: revelaciones, contrapropuestas, peticiones de disculpa y recriminaciones. Y es que el asunto de los pliegos –aunque ya fuera del orden del día– estaba en la mente de todos.
Fajardo no solo insistió en que el camino para mejorar el servicio –tanto para los usuarios como para la plantilla– es la gestión directa por parte del Concello alegando que “levamos 20 anos con problemas laborales continuos sen que exista un labor de fiscalización por parte deste goberno local”. El izquierdista reveló que –en lo que llevamos de 2024– la actual adjudicataria ya lleva “tres sancións de Inspección de Traballo por diferentes incumprimentos” y se preguntó: “Fronte a isto que fai o goberno de Vilagarcía? Nada”.
El BNG –que inicialmente apenas intervino en este punto remitiéndose a su moción de hace meses– lo hizo después de que Elena Suárez, desde las filas del Partido Popular, los tachase de ser “los reyes de la incoherencia máxima en este asunto”. La conservadora hizo un relato de administraciones gobernadas por los nacionalistas en las que el SAF está privatizado e indicó que en concellos del tamaño de Vilagarcía lo más idóneo era esa optar por esa fórmula. Fue entonces cuando la nacionalista Rosa Abuín reaccionó apuntando a que compartía “que se retirase o tema dos pregos da orde do día para que todos reflexionemos”, en una clara alusión a la necesidad que el gobierno socialista tiene de sus dos votos para sacar la propuesta adelante. De no hacerlo –recordó la edila del Bloque– supondría continuar con un contrato “cunha empresa que incumpre cada dous por tres o convenio colectivo e non darlle así opción a outras firmas a presentarse e coller o servizo”. Algo que, en eso parecen coincidir todos, se quiere evitar a toda costa.
El alcalde, Alberto Varela, fue el último en intervenir en este punto atribuyéndose las responsabilidades de haber retirado el debate de los pliegos del debate plenario. Lo hizo añadiendo una disculpa a las trabajadoras de SAF presentes. “O outro día parástesme pola rúa para que vos recibira. Non sei se viñestes, pero emprázovos a que o fagades e eu farei por estar nesa reunión”. Aseguró que en el pliego –que previsiblemente acabará aprobándose en una sesión extraordinaria– “o que trata é de mellorar as condicións dos usuarios en canto a calidade do servizo e tamén as condicións laborais. Por iso se está falando, entre outras cuestións, do prezo por hora”. Aprovechó también para exigir a Gobierno central y Xunta el cumplimiento de la Ley de Dependencia. “Se este servizo o teñen que seguir soportando economicamente os concellos nonvai ter futuro”, matizó. Recriminó que “recibimos 12 euros das dúas administracións e o resto, cando o prezo medio da hora é de 21 euros, teñen que poñelo as arcas municipais. Tanto Estado como Xunta teñen que costear o que lles corresponde”.
Lo cierto es que la sesión plenaria fue con contenidos que han sido motivo de debate en otros plenos anteriores. La liberalización de la desembocadura del río de O Con y el futuro de la nave Ramón Moral volvió de nuevo al hemiciclo de Ravella, en esta ocasión de la mano del BNG. Los nacionalistas insistieron en la importancia de que no se otorgasen más concesiones para el uso de estas instalaciones –ahora disfrutadas con un autorización en precario por la Federación de Vela–. El portavoz nacionalista, Xabier Rodríguez, volvió a hacer alusión a los informes técnicos que, en su día, recomendaban la demolición de esta estructura. Tanto Esquerda Unida como Partido Socialista apoyaron la propuesta nacionalista, no así el Partido Popular, que optó por la abstención. Fue su portavoz, Jesús Rey, el que señaló que esa acción no era la única necesaria para terminar con los problemas de las inundaciones. Un argumento que los conservadores ya esgrimieron hace semanas y que volvió a resurgir de nuevo en la sesión ordinaria como un mantra que se repite cada vez que se habla de este asunto. Eso sí, los populares aseguraron que no había ninguna petición formal de concesión para el uso de esa nave, que esa estaba con una autorización en precario y que era, por lo tanto, revocable si es necesario.
Apoyo a Palestina y al uso del gallego en los plenos, pero con la abstención del Partido Popular |
La sesión plenaria contó con una única intervención ciudadana y fue durante el debate de la moción del Partido Socialista en la que pedía el apoyo de la Corporación al pueblo Palestino, la condena a los ataques del Estado de Israel y a la gestión que el Gobierno central está realizando en esta materia. El escritor palestino Anan Abdalah fue el encargado de –en una sentida y dolorosa intervención– relatar lo que está ocurriendo en su pueblo de origen. “Quieren acabar con Palestina”, reflejó con sus palabras. Pidió a los líderes políticos que “escuchen a sus pueblos que se han echado a la calle. Escuchen a sus conciencias, dado que las conciencias no tienen ni ideología ni entienden de odio”. Los portavoces del PSOE, del BNG y de Esquerda Unida hicieron suyas las palabras de Abdalah y anunciaron su voto positivo. No así el Partido Popular, que matizó que “de momento entre las competencias del Concello de Vilagarcía no están las referidas al derecho internacional y la decisión que hoy se va a tomar aquí no va a valer para nada”. Condenó los crímenes, pero criticó los pasos “unilaterales” del Gobierno central a la hora de actuar en este conflicto y pidió negociación “entre ambas partes, dado que la única solución es la coexistencia de los dos estados”. En la votación los conservadores se abstuvieron. Lo mismo que en la moción del BNG en la que pedían “sen esixir nada” (como señaló su portavoz Xabier Rodríguez) el uso del gallego en los plenos por parte de los ediles. El conservador Juan Andrés Bayón apeló a la “riqueza” y a la “liberdade individual” para optar por una u otra lengua y para justificar la citada abstención. |