Son pocos detalles los que se conocen del Plan Xeral de Ordenación Municipal de Vilagarcía que regirá el urbanismo durante las próximas décadas. El proceso de revisión lleva nueve años en marcha (sin tener en cuenta los intentos anteriores, que comenzaron en 2008) y, por el momento, no son muchos los datos que dieron desde el ejecutivo para saber cuáles serán las líneas a seguir.
Sin embargo, el alcalde, Alberto Varela, arrojó algo de luz en el pasado Pleno ordinario. Fue a raíz de la intervención crítica del edil del PP Juan Bayón, que precisamente destacó el retraso en esta tramitación.
El debate vino tras una moción del grupo municipal del Bloque Nacionalista Galego sobre las viviendas turísticas y las necesidades de establecer medidas para que no supongan una amenaza al derecho a la vivienda. En el marco de esta cuestión, Bayón incidió en la paralización de la construcción de viviendas que supone la paralización del PXOM.
A este respecto contestó el alcalde, Alberto Varela, que pidió “rigor” y señaló que, en el actual Plan Xeral en vigor “hai bolsas e bolsas” para construir, tanto de suelo consolidado como no consolidado, “pero non lle poñemos unha pistola no peito a ninguén para que o faga”.
En cualquier caso, apuntó el regidor, con el nuevo PXOM no va a cambiar mucho ya que, detalló Varela, “non vai ser moi expansivo”. Entre otras cosas porque así lo marcan las propias líneas urbanísticas actuales, pero también los requisitos de la propia administración autonómica.
“Cando se aprobe xa van ver que a propia Xunta non deixa sexan moi expansivos”, especialmente en los núcleos rurales, aseguró el regidor, que advirtió que “logo dirán que será culpa do Concello”.
Varela también respondió a las críticas sobre el retraso en los trámites, recordando que durante el mandato del PP en Ravella “nin sequera” lo tramitaron, mientras que ahora, dijo el socialista, “estamos pendentes dun so informe sectorial”.
En cualquier caso, Bayón se refirió a dos bolsas de suelo concretas que están pendientes de la revisión del Plan Xeral y que Varela eludió en su intervención. Se trata de los terrenos de la antigua Lantero, donde el popular cifra la previsión de 600 viviendas, y en la Finca d’Ouro. Sobre ambas pesan dos antiguos convenios.
En cuanto al primer caso, existe incluso una sentencia judicial del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia que obliga al Concello a incluir el convenio de Lantero en el planeamiento urbanístico, ya sea mediante una modificación puntual o la revisión total. Es un auto de noviembre de 2022, a raíz de la denuncia interpuesta por la familia propietaria de los terrenos, situados en Rosalía de Castro y donde antiguamente se ubicaba la fábrica.
La situación de la finca se remonta a 2004, cuando se firmó el convenio entre la familia Lantero y el Concello de Vilagarcía para poner en marcha una urbanización en los terrenos de Rosalía de Castro, a cambio del traslado de la fábrica al polígono de O Pousadoiro. Esta última parte se cumplió, pero no la referente a la inclusión del convenio en el ordenamiento urbanístico, por lo que los afectados recurrieron a los tribunales, que les dieron la razón.
En cualquier caso, el convenio de Lantero, tal y como establece también la sentencia, deberá recogerse según la normativa vigente y la edificabilidad que recoge la Lei do Solo, que sería inferior a la que aparece en el acuerdo de hace dos décadas.
Es una de las cuestiones que se tienen que resolver con el nuevo Plan Xeral, que también deberá abordar el convenio de la Finca d’Ouro donde el plan sectorial elaborado por la Xunta en época del bipartito incluía la construcción de 257 viviendas duplicando la edificabilidad que prevé el PXOM, con 0,5 metros cuadrados por metro cuadrado, aunque dicha opción no contaba con el consenso del sector inmobiliario.
No quiere decir, en cualquier caso, que la construcción de viviendas en Vilagarcía haya estado paralizada en este tiempo. De hecho, en los últimos años el sector experimentó un importante repunte, en zonas como Rodrigo de Mendoza, donde se puso en marcha el primer edificio después de la pandemia. También en Rosalía de Castro, en la zona de Villa Güimil, donde un acuerdo entre el ejecutivo socialista y los promotores logró desbloquear la parálisis de esta urbanización.
Son varias las promociones inmobiliarias que se anuncian para los próximos meses, en zonas como Vila-Janer (en las inmediaciones de la estación del tren), San Roque o la misma Rodrigo de Mendoza, donde hay planes para poner en marcha un nuevo edificio al lado del que se acaba de construir.
En cuanto a la aprobación inicial del Plan Xeral, Varela indicó que está pendiente de “un so informe sectorial”. Aunque no especificó de cuál se trata, hace ya dos años que el Concello está pendiente de una respuesta de Carreteras del Estado. En este sentido, cabe destacar que los cambios introducidos para la humanización de la N-640 (que atraviesa Vilagarcía desde Rubiáns hasta San Roque), tienen afección sobre la red viaria, que debe contemplarse en un plan de tráfico, requerido desde el Estado. Sería el fleco pendiente.