Se les dio un dedo y cogieron todo el brazo. Con esta frase se podría resumir la situación de caos circulatorio de cada día en la Rúa Canarias, una de las principales entradas y salidas del casco urbano de Riveira. Hasta ahora, la Policía Local permitía estacionar a ambos márgenes de la calzada de manera puntual a las salidas de los colegios, pese a que los vehículos ocupaban parte de los carriles. Pero, todos quieran hacer lo mismo siempre, por lo que con el aumento del tráfico rodado la situación se desmadró y los atascos son continuos, al no poder pasar un vehículo en cada sentido a la vez.
La Policía Local decidió poner  remedio a ese caos impidiendo el estacionamiento y denunciando a los vehículos que no respeten la señalización viaria y que estén aparcados en la calzada aunque sea ocupando parcialmente un carril, ya que no está permitido. Ello provocó que desde la mañana del viernes, a raíz de denuncias de conductores atrapados en atascos por los aparcamientos indebidos, los agentes municipales empezaron a multar, lo que provocó que varios de los afectados acudieran a las dependencias policiales a preguntar y mostrar su desagrado.
No obstante, la Policía Local prevé habilitar un estacionamiento limitado para carga y descarga junto la carpa que acoge temporalmente la plaza de abastos. La medida, en estudio, seguramente se aplicará en próximos días. De manera provisional, desde la noche del viernes se instaló una señal que ya delimita ese espacio y el horario de funcionamiento del mismo, de 8.00 a 22.00 horas, aunque el tiempo máximo de permanencia de cada uno allí es de 30 minutos para los trabajadores del mercado y de 15 minutos para particulares.
La Policía Local también tuvo que intervenir durante una hora y media para regular el tráfico en el Malecón ya que no funcionaban los semáforos y se estaba originando el caos en viales que confluyen en esa zona. Inicialmente se originó algo de caos, pero una vez llegaron los agentes y a partir de que volvieron a funciona esas señales luminosas la situación se normalizó bastante, pese a la gran densidad de tráfico que coincidió con el mercadillo y el desarrollo de la feria Viamare Stock en la zona.