La memoria viva, los recuerdos y la historia de la isla de Cortegada pueden encontrarse desde ayer entre las cuatro paredes del Concello de Vilagarcía. Al menos será posible hasta finales de agosto gracias a la muestra promovida por el Faiado da Memoria que recoge uno de los episodios históricos y sociales más importantes que se vivieron no solo en Carril, sino también en la capital arousana. “Ecos de Cortegada” es, de hecho, mucho más que una exposición. La muestra es una ventana abierta a la historia contada por los descendientes de los que en su día fueron habitantes de Cortegada y que, “in situ”, narran los diferentes episodios que se vivieron en este islote que llegó a postularse como una opción para la residencia de verano de Alfonso XIII.
La exposición promovida por Antonio Caeiro y Margarita Teijeiro, y que suma un importante trabajo documental de fondo, incluye paneles explicativos, así como proyecciones audiovisuales que pueden disfrutarse en las dependencias del salón de plenos, en la planta baja del Consistorio.
La muestra es mucho más que un documento con valor histórico llamado a perdurar en el tiempo. Es también, como los mismos promotores la definen, una oportunidad para recuperar la “dignidade” de los habitantes de Cortegada durante generaciones. Y es que todos aquellos tabúes o cuestiones que a lo largo de los años se han dicho sobre la vida de estas familias se desmontan en la exposición del Faiado. “Nin eran ignorantes nin analbetos nin se lles fixo un favor cando se lles expropiaron as terras”, se explica desde la asociación.
“Ecos de Cortegada” pone cara a un total de 18 familias o, lo que es lo mismo, a más de setenta personas que forman parte ya de la historia de este enclave reconvertido en atractivo turístico en plena Ría de Arousa.
La exposición se convierte así en un imprescindible para todos los que quieran conocer la “intrahistoria” de Cortegada y lo que pasó con sus habitantes justo después de que abandonasen la isla. La parte audiovisual de la muestra es además una oportunidad para promocionar la propia isla entre aquellos que todavía no la conocen y que, con Ecos de Cortegada, descubrirán su parte más íntima y personal más desconocida.