En pleno siglo XXI son pocas las personas que no disponen de una conexión a Internet. Ahora bien, sabemos que hemos contratado una conexión con una velocidad determinada, por lo que las preguntas que debemos hacernos son: ¿Cómo sé si estoy recibiendo toda la velocidad que he contratado? ¿Cuánto me está llegando realmente? Es normal que surjan este tipo de dudas, las cuales al fin podrán ser despejadas mediante el uso de una herramienta online que ha sido apodada como test de velocidad.
Se trata de una herramienta que está disponible online y que emplea la tecnología HTML5, anteriormente conocida como Adobe Flash. El test utiliza el navegador web para descargar un gran volumen de datos desde alguno de nuestros servidores, a la par que calcula el tiempo empleado en dicha tarea.
Tras recibir los datos, el navegador comienza a subirlos y a enviarlos de vuelta a los servidores desde los cuales descargó la información. La función del test es medir ciertos parámetros de nuestra conexión, como pueden ser la velocidad de descarga y subida, además de la latencia de nuestra línea.
La velocidad de navegación de nuestra red es uno de los pocos factores de utilidad a la hora de saber el rendimiento que experimentamos. Para conocer los datos, debemos distinguir entre dos parámetros fundamentales conocidos como velocidad de bajada y velocidad de subida.
La velocidad de descarga es el tiempo que emplea la información para llegar a nosotros desde Internet.
La velocidad de subida es el tiempo que tarda la información en llegar desde nuestro dispositivo a Internet.
El test de velocidad medirá estos parámetros por ti.
La velocidad de Internet es el tiempo que tarda la información en cumplir el trayecto desde los servidores de Internet hasta nuestro dispositivo. Esta velocidad también es conocida como velocidad de descarga y suele aplicarse en situaciones como cuando se ven vídeos o películas, entre otras.
1. Las aplicaciones con alto consumo de banda ancha reducen drásticamente la velocidad de Internet cuando se encuentran en funcionamiento. Es importante cerrar estas aplicaciones a la hora de realizar una prueba de velocidad con el fin de mostrar el máximo rendimiento al que puede llegar tu conexión.
2. Establecer una conexión por cable es la mejor manera de medir tu línea, puesto que mediante una conexión inalámbrica se producen muchas interferencias y el resultado no se corresponde con la realidad.
3. Debemos cerciorarnos de que no haya intrusos en nuestra red y de que nadie esté realizando un uso intensivo del ancho de banda, ya sea por medio de descargas o procesos de alto consumo de red.
Como hemos comentado anteriormente, existen muchos factores que limitan la eficacia del test de velocidad, lo cual da lugar a que la prueba no nos garantice una precisión total. Ya hemos hecho referencia a los parámetros de velocidad de bajada y de subida pero, además de estos dos, el test de velocidad también mide otro parámetro que pasamos a explicar a continuación.
Esta prueba consiste en enviar varios paquetes de datos al servidor mediante la conexión de Internet, mientras que el servidor envía dichos paquetes al dispositivo del usuario. Posteriormente se calcula la recepción de los datos en milisegundos. A esto se le conoce como la tasa de latencia o PING.
Es recomendable hacer dos tests. El primero debe realizarse con tu uso habitual de Internet, sin tener muy en cuenta las condiciones de tu conexión. Si el resultado es bueno y recibes más o menos la velocidad contratada, todo estará correcto y no tendrás que preocuparte. En caso contrario, necesitarás aplicar las siguientes medidas para acercarte a la velocidad deseada y obtener un rendimiento en tu conexión que sea acorde a lo contratado, de forma que el test refleje la realidad.
Por WiFi la conexión es más lenta de lo que realmente debería. Esto puede ser debido a una baja intensidad de la señal WiFi o al hecho de que los WiFis de tus vecinos interfieren en tu conexión. Con un cable de red Ethernet/Lan evitas todo este tipo de inconvenientes.
Si dispones de una conexión de alta velocidad debes asegurarte que tu equipo está a la altura. Lo primero que debes verificar es que el puerto Ethernet de tu equipo sea compatible con Gigabit Ethernet; en caso contrario, no superarás los 100 Mb de velocidad
Procura cerrar todas las pestañas de tu ordenador y deja libre únicamente la que corresponde al test de velocidad. Este paso es importante porque algunas aplicaciones en segundo plano podrían robar ancho de banda de tu conexión y quizá no seas consciente de ello.