El extesorero del PP Luis Bárcenas afronta el juicio por la caja b del PP, causa que el mismo propició al airear en 2013 sus famosos “papeles” con la contabilidad opaca del partido, con un claro objetivo: colaborar con la Justicia a cambio de que él y, sobre todo, su mujer Rosalía Iglesias puedan adelantar su salida de prisión.
La llave podría ser el artículo 100.2 del reglamento penitenciario, del que no solo se han visto beneficiados en algún momento los políticos condenados por el procés en su vodevil carcelario, sino también la extrabajadora de Gürtel, Isabel Jordán, condenada junto al matrimonio Bárcenas en la misma sentencia sobre esta trama de corrupción y con la que desde hace pocos meses el extesorero comparte abogado, Gustavo Galán.
A él se le atribuye la iniciativa de la carta que dirigió Bárcenas a la Fiscalía Anticorrupción de cara al juicio sobre la caja b que comienza el próximo lunes y en la que manifiesta su “voluntad de colaborar con la Justicia” en las causas que afecten al PP, una vez que no se ha cumplido la promesa de que su mujer no iría a la cárcel y que, según él, se le hizo desde el que durante 20 años fue su partido.
Una estrategia, la de colaborar en las causas abiertas al PP y no solo en las que se ciñen a los procedimientos por los que se les enjuicia, similar a la empleada por la extrabajadora de Gürtel, que además está casada con Galán.
Reproches
Por otro lado, los principales partidos reprocharon ayer que el PP de Pablo Casado se esconda en el pasado para no responder a las acusaciones Bárcenas, que dijo que el PP tuvo una caja B durante casi tres décadas y que el expresidente Mariano Rajoy la conocía, así como José María Aznar.
La actual dirección del PP se desvinculó ayer de estas acusaciones, y ayer Javier Maroto ejerció de nuevo de portavoz para defender que con Pablo Casado el PP tiene “tolerancia cero” con la corrupción y que ni siquiera conocen al extesorero, cuyas revelaciones atribuyen a la estrategia de un “preso”.
El portavoz del PP en el Senado sigue defendiendo la honestidad de Rajoy, aunque apuntó que “si alguien ha hecho algo mal, da igual quien sea, que lo pague”, al tiempo que pidió a Bárcenas que, si posee alguna prueba, la saque, porque “ya aburre”.
Las explicaciones de los “populares” no convencieron, sin embargo, a PSOE, Unidas Podemos, Ciudadanos o ERC, que piden que el partido de Casado no mire hacia otro lado ante las revelaciones “apabullantes” de su extesorero, en palabras del dirigente de Ciudadanos, Edmundo Bal.
Ciudadanos, socio del PP en cuatro gobiernos autonómicos y múltiples alcaldías, ha pedido al PP que no mire a otro lado y colabore, algo que no lo ha hecho hasta ahora, según Edmundo Bal, que reclama que Bárcenas tire de la manta para que los españoles conozcan qué pasó en esos “años oscuros del PP”.
La vicepresidenta primera del Gobierno y socialista, Carmen Calvo, considera “insultante” que el PP se “desentienda” de las acusaciones y diga que no le importan, “sin el más mínimo pudor de humildad, perdón y respeto a los ciudadanos”.
Para Podemos, estas acusaciones demuestran que Casado no renueva el poder judicial porque lo que busca es controlar a la justicia para proteger a los suyos de la corrupción, según ha señalado Pablo Echenique.