A día de hoy, los planes de pensiones constituyen el principal producto de inversión para los españoles. Quienes ahorran son cada día más conocedores de la importancia de este instrumento, sobre todo por los enormes contratiempos que se registran en España a nivel demográfico.
En este momento, la ratio entre el número de cotizantes y de pensionistas está en 2,24. Se trata de la cifra más baja de las dos últimas décadas, y además se prevé que continúe cayendo en los siguientes años. Ante una situación como esta, los expertos recomiendan a aquellos trabajadores que deseen mantener su nivel de vida después de la jubilación, fijar un plan de ahorro que complemente su pensión pública.
Es por ello que gran cantidad de personas se preguntan cuál es el plan de pensiones que deben contratar. Para dar con la elección más acertada, es necesario tener en cuenta diversos puntos clave.
Para los especialistas, no es igual comenzar el ahorro a una u otra edad. Si se empieza a aportar a edad muy temprana, la mejor opción es escoger planes más agresivos. Por el contrario, cuando la edad del ahorrador se sitúa cerca de la de jubilación, el patrimonio debe ponerse en manos de productos más conservadores.
Un problema que encuentran los expertos en los inversores españoles de hoy día es que a pesar de su perfil conservador, estos se ven obligados a asumir más riesgos, en pos de evitar rentabilidades bajas e incluso negativas. Un problema para el cual, ven en los planes de pensiones una buena solución.
Por su parte, la Asociación Europea de Asesores Financieras (EFPA) ha creado un documento informativo que contiene algunos consejos que se deben tener en cuenta para decantarse por aquel plan que mejor se ajuste a las necesidades que se presentan en cada caso, en función de la edad del cliente.
En primer lugar, aunque no existe una edad concreta para empezar a ahorrar de cara a la jubilación, en todo caso lo mejor empezar cuanto antes. En este caso, el esfuerzo de ahorro a medio plazo será siempre menor. La edad ideal para los entendidos sería los treinta años, ya que a esta edad, contando con un horizonte temporal tan amplio, siempre se puede asumir un riesgo mayor.
Si el inicio de la vida laboral se retrasa, el tramo entre los treinta y los cuarenta años puede ser el más común para contratar un plan de pensiones, teniendo en cuenta que es en el que la mayor parte de las personas tienen una cierta capacidad para ahorrar.
Una vez cumplidos los cincuenta, es ya un poco tarde para empezar a pensar en contratar un producto de cara a la jubilación. No obstante, en opinión de la EFPA, todavía en este momento hay un pequeño margen para conseguir acumular unos ahorros para complementar la pensión pública.
Teniendo en cuenta que el tiempo no juega a favor, debemos tomar la decisión cuanto antes y comenzar a ahorrar para un futuro mejor.