La vegetación ha tomado las ruinas del cementerio de Santa Mariña y la situación ya es preocupante. Loureiros, hiedras y hasta un pino de medio metro, que se erige, como triunfante, sobre uno de los arcos, enraízan entre las piedras poniendo en peligro su integridad. Actualmente el Concello estudia la oferta de una empresa pontevedresa para eliminar esta invasión verde, que lo haría haciendo rappel y mediante diferentes herbicidas y un sistema de hongos que atacan a sus semejantes, es decir, exterminarían la vegetación.
Con todo, la iniciativa aún está en una fase muy temprana. Las ruinas son un bien patrimonial que merece y exige la máxima protección y respeto, por eso, el arqueólogo municipal, Ángel Acuña, está a la espera de estudiar con más detalle la oferta de esta firma pontevedresa. De hecho, puede que no sea la elegida aunque, de momento, es la única después de que otras dos empresas cambadesas le trasladaran la imposibilidad de ejecutar un proyecto de este calibre con el presupuesto previsto.
dudas
El experto explica que la propuesta les parece muy económica, pero tienen dudas sobre algunas acciones que estudiarán con su gerente, que volverá de un viaje dentro de dos semanas. Por ejemplo, realizaría la limpieza sin andamios, haciendo rappel con arneses y “estos nos preocupa porque tendrían que anclarse en las paredes y podrían provocar daños”. Del mismo modo piensan respecto a los fungicidas que usarán para erradicar la vegetación “porque son herbicidas muy potentes que pueden filtrarse a la tierra y llegar a los acuíferos”. Además, les ofrecen emplear dos tipo de hongos fitopatógenos, es decir, que atacaran a las plantas, pero “desconocemos sus efectos secundarios”.
En definitiva, Acuña argumenta que no quieren apresurarse y son muchos los detalles a tener en cuenta, además de las garantías y de quién asumirá la responsabilidad sobre el resultado pues, recordó, se trata de un Bien de Interese Cultural (BIC) que posee la máxima protección. También queda por concretar el papel de la Xunta en este complejo proyecto.
Cabe recordar, que el delegado de la Xunta en Pontevedra, José Manuel Cores Tourís, y el jefe territorial de Patrimonio, José Manuel González, inspeccionaron las ruinas en diciembre y lanzaron el compromiso de acondicionarlas. No obstante, al Ayuntamiento no le consta la existencia de anteproyecto alguno o, por lo menos, no lo han recibido. Sí le indicaron, a modo de propuesta, el nombre de la empresa que están estudiando actualmente, como experta en estos trabajos.
siete años sin tocar
El arqueólogo recuerda que la última limpieza de Santa Mariña se realizó hace más de siete años, la financió el Gobierno autonómico e incluía obras auxiliares, sin embargo, “desde entonces no se ha vuelto a tocar”.
Según el informe realizado sobre su estado actual, las raíces de loureiros y hiedras se hacen hueco entre las piedras de los arcos y de las paredes laterales de lo que un día soportaba el tejado del templo, e incluso hay un pequeño pino, de metro y medio, aproximadamente, que corona la parte alta de la arcada que está cerca del altar mayor. Se trata de un proceso inevitable porque la polinización de las plantas no se puede controlar, pero “quizás la culpa de que no se haga un mantenimiento periódico es un poco de todos”, declara el arqueólogo.
Cabe recodar que, previsiblemente, el número de visitantes de Santa Mariña crecerá a partir de este verano porque forma parte de la ruta de cementerios de interés turístico de Europa. n