Los restos mortales de cuatro guerrilleros antifranquistas de la zona coruñesa de Val do Dubra, exhumados en el año 2016 de una fosa común, fueron entregados auer a sus familiares por representantes de la asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica en un acto de homenaje en el que participaron varios alcaldes de la zona.
José María Castelo Mosquera, Manuel Pena Camino, Vicente Peña Tarrasa y Manuela Teiga “no eran bandidos ni foragidos”, sino personas que “lucharon por la legitimidad democrática refrendada por las urnas en febrero de 1936”, señalaron fuentes de la asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica en un comunicado.
En este texto añaden también que las cuatro víctimas mortales, tras el golpe de Estado franquista de 1936, huyeron para evitar ser víctimas de la represión y se vieron obligados a establecerse en montes donde al concluir la Guerra Civil española había unos 20.000 homes relacionados con la guerrilla escondidos entre Galicia y León.
La represión del régimen franquista se intensificó a partir del año 1948 contra esos cuatro guerrilleros, por lo que decidieron ocultarse en el lugar de Zas, en el municipio coruñés de Negreira, donde el 5 de marzo de 1949 la Guardia Civil los rodeó y en los posteriores combates solo Ramiro Souto logró sobrevivir y huir, aunque murió en 1952 en otro nuevo enfrentamiento similar en Mesía.
Medio centenar de hallazgos
La asociación para la Recuperación da Memoria Histórica destacó también ayer que hasta el momento ha podido localizar, desde hace dieciséis años, a más de 1.400 víctimas del franquismo en España, incluidas hasta 18 fosas comunes en Galicia, en las que se recuperaron un total de 53 cuerpos.
Una representante de la citada asociación, Carmen García, subrayó en una conversación telefónica con Efe que todavía persisten “trabas” tanto por parte de las autoridades civiles como religiosas para localizar fosas comunes de victimas del régimen dictatorial y hay “muchas complicaciones” para poder exhumar cuerpos.
“Falta colaboración”, indicó García, quien señaló, además, que la asociación por la memoria histórica tiene indicios de la existencia de varias fosas comunes pendientes de la exhumación de cuerpos y lamentó que persiste aún el “miedo” entres vecinos de familiares de víctimas de la brutal represión franquista.
“Peleamos contra el silencio de los vecinos que no quieren hablar del tema”, comentó Carmen García, quien destacó también que en Galicia “todos los que hablaron del tema fueron represaliados”, porque “aquí, fue triunfar el golpe de Estado y entraron a saco” los colaboradores de la dictadura franquista. l