Esta semana concluyen los cursos de navegación tradicional a vela que la Asociación amigos da dorna de Portonovo ha impartido durante el verano. En agosto han participado unas 20 personas, “este ano dedicámonos a atender peticións que nos fixeron nos últimos anos e que non puidemos atender”, explica Alejandro Piñeiro, el presidente del colectivo.
Piñeiro preside la directiva de una asociación que este año celebra su 20 aniversario y pone en valor las recuperaciones de embarcaciones acometidas, “estamos moi agradecidos co traballo realizado e cos membros fundadores, agora temos moitos proxectos e ganas”. Uno de esos proyectos es la Surfeira, una “dorna nai” de 8 metros, “é das poucas que hai”, indica Piñeiro. Pertenecía a un socio y llevan trabajando en ella desde hace más de 2 años. El presidente cuenta que “foi un acto de responsabilidade asumir a restauración porque se non ía perderse, non podiamos permitir que morrese”. Tras una “botadura oficiosa” en O Grove su intención es traerla navegando a Portonovo en septiembre.
Mercado de Pontevedra
Amigos da dorna de Portonovo tiene otros proyectos en marcha y el resultado de uno de ellos lo veremos antes de que finalice el año en la Plaza de Abastos de Pontevedra. De la segunda planta del mercado colgarán tres embarcaciones tradicionales: una dorna, una chalana y una gamela coruxeira. “Aproveitaremos embarcacións que non poden volver navegar para exhibilas”, explica Alejandro Piñeiro, quien destaca que “será unha boa oportunidade porque a gamela coruxeira -propia de la ría de Vigo- é moi descoñecida e quedan moi poucos exemplares”. La asociación emprenderá las próximas dos semanas un viaje por la zona para conseguir una chalana, “é fácil de encontrar nas zonas de seca, por exemplo, o complicado é contactar cos propietarios porque levan tempo abandonadas”, explica.
Marina tradicional
Las embarcaciones que gestiona el colectivo están en la actualidad en un pantalán de Portos de Galicia cedido a marineros jubilados. “Nós queremos pagar, non nos chega con facer un uso informal”, destaca Piñeiro, quien reclama una marina tradicional económicamente viable. En estos momentos el proceso está parado porque la asociación no acepta por ahora las tasas que Portos pide, alrededor de 2.500 euros anuales. “Se non se reducen as taxas é imposible”, explica el presidente del colectivo.
Alejandro Piñeiro afirma por eso que la entidad "pon trabas para facilitar a exhibición e conservación" de unas embarcaciones que por ley están reconocidas como bien patrimonial. Desde Amigos da dorna de Portonovo también recuerdan que se está en proceso de declarar la carpintería de ribeira como BIC, “son fitos que hai anos parecían imposibles”, destaca Piñeiro. l