La Xunta de Galicia adjudicó esta semana el contrato que regirá la explotación de las depuradoras de fecales de A Illa, Ribadumia y Meaño. La empresa adjudicataria ha sido Espina Obras Hidráulicas SA, que se hace así con el servicio por unos 2,2 millones de euros y mejoras valoradas en más de 300.000.
Su oferta fue seleccionada frente a las doce restantes que se plantearon en un concurso que transfiere la gestión de las plantas de tratamiento por un periodo de dos años, prorrogable hasta un máximo de diez y con un valor total de contrato de unos 16 millones de euros.
funciones
Entre las labores de la empresa adjudicataria figuran el garantizar el correcto funcionamiento de las tres depuradoras, además de las correspondientes actuaciones de conservación y mantenimiento sobre las instalaciones.
La Xunta de Galicia decidió en su día abrir un concurso de adjudicación conjunto para la gestión de las tres empresas, ya que desde la administración se indica que este modelo de explotación compartida podría suponer un ahorro de un 22% con respecto a un tratamiento por separado de cada depuradora.
En cuanto a capacidades de funcionamiento, la planta depuración de A Illa permite atender a una población de 12.880 personas, la de Meaño se proyectó para atender las necesidades de unos 30.000 residentes y la más reciente, la ribadumiense, fue diseñada para soportar una demanda de población de 15.000 habitantes.
Además, está previsto que la nueva red de depuración pueda contribuir a descongestionar el saneamiento de zonas industriales, minimizando o reduciendo la presencia de vertidos. n