Con un campo de regatas mucho menos castigado por las condiciones meteorlógicas que el de Sanxenxo, la tanda de honor ha sido una auténtica batalla en la que Orio Babyauto desde el principio ha querido marcar el ritmo y dominó la regata de principio a fin, con Urdaibai ganándole a Hondarribia la pugna por la segunda plaza.
Cabo de Cruz ya se ha asentado en la segunda tanda y poco a poco parece recortar diferencias con respecto a los que tiene por delante. Ayer los boirenses acabaron de nuevo octavos, como en Sanxenxo, un resultado ya extraordinario. Pero es que lucharon con Tirán hasta el final y solo un segundo desniveló la balanza en favor de los de Moaña. De este modo Cabo finaliza el fin de semana gallego con buenas sensaciones y séptimo de la general. n