Las obras de humanización y acondicionamiento de la Praza do Concello de Moraña se han topado con un imprevisto: el mal estado de los dos cipreses existentes en este entorno, que serán talados para evitar que continúen deteriorándose y se conviertan en un peligro. El gobierno local encargó dos estudios técnicos y en ambos casos la conclusión fue la misma: “existe mucho riesgo de caída” debido a las “pudriciones”, confirma la alcaldesa, Luisa Piñeiro Arcos.
Los trabajos de tala se acometerán el próximo lunes y obligarán a cortar el tráfico entre las 8 y las 16 horas. Las restricciones de circulación afectarán al tramo de la Rúa 1 que discurre ante la Casa Consistorial y la Praza do Concello. Los conductores tendrán como recorridos alternativos las calles 6, 12 y 19, dependiendo de hacia dónde se dirijan.
En sustitución de estos dos cipreses, el Ejecutivo morañés tiene previsto plantar otros árboles que “den un poco de sombra” en la plaza, si bien la especie aún no está decidida. “No serán coníferas”, ya que sus raíces podrían causar desperfectos en el nuevo pavimento de la plaza. “Estamos estudiando qué árboles plantar para que no se levante la piedra”, dice la alcaldesa al respecto.

avance de las obras
Al margen de este contratiempo, las obras en la Praza do Concello van “bien”, y “solo falta el empedrado” y la colocación de la marquesina, comenta Luisa Piñeiro. Se invierten en el proyecto un total de 37.029 euros, de los que 27.771 los aporta la Consellería de Industria.
Los trabajos, que fueron adjudicados a la empresa Valmós y comenzaron a mediados del mes de octubre, obligaron a cerrar la plaza al tráfico y al estacionamiento de vehículos. De este modo, la parada de taxis se trasladó de forma provisional a la Rúa 1. La duración de las obras fue estimada en un mes.