Deficiencias en el pintado de los pasos de peatones hacen temer por la seguridad de los peatones en carreteras de Caldas de Reis y Catoira. En la primera localidad es la propia Policía Local la que advierte del riesgo de atropellos en la carretera nacional que atraviesa el casco urbano. La pintura de los pasos de cebra se ha borrado, una situación que es generalizada pero especialmente grave y peligrosa en las inmediaciones de los cruces con las calles Iglesia y Juan Fuentes.
En ellos las franjas blancas son ya inexistentes y, por tanto, el riesgo es máximo para los viandantes que cruzan un vial con gran intensidad de tráfico. Es fácil que los conductores no se percaten de que en esos puntos hay un paso de peatones y continúen la circulación. El peligro se agrava debido al mal estado del firme de la carretera. El alcalde, Juan Manuel Rey, lo considera “denigrante” y afirma que “no hay ningún vial municipal que presente ese aspecto”.
Las quejas del Concello ante el Ministerio de Fomento por el desastroso estado del tramo urbano de esta carretera son recurrentes. No hace mucho el alcalde volvió a solicitar a Carreteras del Estado que repare el firme y pinte los pasos de peatones, tal y como hicieron en las últimas semanas operarios municipales en las calles de titularidad del Ayuntamiento. En prácticamente todo el casco urbano se renovó la señalización horizontal, explican fuentes policiales.
obras en la pO-548
En Catoira la problemática es la misma pero, en este caso, se deriva de las obras que desde mediados del mes de julio acomete la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas en la carretera PO-548, que comunica las localidades de Pontecesures y Vilagarcía. La nueva capa de asfalto que se ha extendido en algunos tramos ha cubierto los pasos de cebra. Están “a metade pintados e outra metade sen pintar”, indica el portavoz del BNG local, Xoán Castaño. Esta situación es, en sus palabras, “lamentable” y constituye “un risco engadido”, incrementando “a inseguridade tanto dos peóns como dos condutores” que circulan por esta carretera de titularidad autonómica.
Dependiendo del margen desde el que se cruce, “non se sabe se hai paso de peóns ou non” y el edil nacionalista se pregunta “se non se estará esperando a que suceda unha traxedia para que se adopten medidas a posteriori”. No hay que olvidar, continúa, que la localización de los pasos de cebra de la PO-548 “xa foi moi cuestionada” y que hace poco más de medio año una vecina del municipio vikingo fallecía a consecuencia de un atropello en este mismo vial.
Para Xoán Castaño, es “inadmisible o pasotismo” de los responsables de mantenimiento de esta carretera. De ahí que el BNG pida al alcalde que “esixa das autoridades que adopten medidas de seguridade nestes pasos de peóns”, colocando, por ejemplo, una señalización provisional hasta que concluyan las obras. n