Un nuevo conflicto amenaza con paralizar la ansiada reforma de la antigua escuela situada en la Praza Martín Gómez Abal. El inmueble acumula desde hace años multas por mal estado y ocupación de la vía pública (los continuos desprendimientos obligaron a cerrar un callejón).
La solución parecía a la vuelta de la esquina a finales del año pasado, cuando tras una serie de requerimientos y un ultimátum del alcalde, Alberto Varela, los propietarios encargaron a una empresa las obras de reforma.
Un proyecto destinado a asegurar el edificio que sin embargo se limitó al tapiado de las ventanas y puertas. Dos semanas después, los trabajos cesaron y los obreros solo regresaron al barrio de O Castro para pintar de blanco los ladrillos colocados.
El Concello aseguró entonces que el parón se debía a que durante las obras se había descubierto el mal estado de la cubierta y los dueños anunciaron que procederían a su derrumbe.
Sin embargo, dos meses después, la emblemática casa continúa sin movimiento de obra alguno a su alrededor.
El motivo, señalan desde el Concello, es que los propietarios, una empresa dedicada a la transformación del vidrio, presentaron un recurso judicial contra el proyecto elaborado por técnicos municipales.
Ravella confía en una pronta resolución que permita continuar con las necesarias obras y recuerda que el proyecto elaborado por los técnicos municipales sigue las indicaciones dadas por la Dirección Xeral de Patrimonio.
A la espera de que los tribunales se pronuncian, lo que se espera que suceda en breve, los propietarios de negocios situados en las inmediaciones de la Praza da Peixería tendrán que seguir esperando para la apertura de uno de los callejones que une A Marina con O Castro y que permanece cerrado desde hace años.
El proyecto de consolidación, limpieza y apeo de la vivienda está presupuestado en unos 60.000 euros. Por el momento, la empresa encargada tan solo realizó una mínima parte de las obras que ni siquiera incluyeron la limpieza de la basura que se acumula en el interior.