La Consellería de Infraestruturas está ultimando la redacción del proyecto para la nueva tubería del agua para O Grove y cofinanciará una tercera parte de las obras. Según su propuesta, el resto se repartiría entre la Mancomunidade do Salnés, como titular de la instalación, y la Diputación de Pontevedra, lo que para el alcalde, Jose Cacabelos, supone una “sorpresa y una novedad”, además de una “preocupación”, porque difiere de compromisos alcanzados anteriormente y se trataría del llamado “Sogama del agua”, la fórmula planteada recientemente por la Xunta para cofinanciar obras relativas al ciclo del agua y que “fue rechazada” por las instituciones provinciales, según el regidor.
Así las cosas, la pelota está ahora en el tejado de otras administraciones y especialmente de la Mancomunidade porque “O Grove somos los primeros afectados e interesados, pero tendrá que ser ella quien negocie”, añadió Cacabelos que recibió esta información de la propia conselleira Ethel Vázquez en una reunión mantenida ayer. Según Cacabelos, esta propuesta también le “sorprendió” porque sus predecesoras en el cargo y el anterior presidente comarcal “acordaron que sería la Xunta quien financiara” el proyecto.
Desde Infraestructuras indicaron en un comunicado que “esta é a formula que permite facer as obras viables a curto prazo” y que es la misma seguida para solucionar problemas de abastecimiento en Ares o Ribadeo o ejecutar obras para evitar inundaciones en Viveiro y Sada. Según el regidor meco, es lo que se denominó el “Sogama del agua” mediante el cual la Xunta introduce en la cofinanciación de proyectos relacionados con el agua a las diputaciones, “como administración con obriga de auxilio a os municipios de menor tamaño”. La consellería sí financia la redacción del proyecto constructivo que, según aseguró ayer, “está próximo a súa finalización” con una inversión aproximada de 50.000 euros
El alcalde meco desconoce qué sucederá pues “las diputaciones se negaron” a este modelo y, en cualquier caso, ve “difícil” que la tubería se renueve este año y augura “otro año incierto”. Cabe recordar que la actual tubería es submarina, está muy deteriorada, sufre continuas averías y existe un riesgo real de una rotura grave que deje sin servicio al municipio porque es la única entrada de agua potable. Con el proyecto que persiguen desde hace años, y tratado en múltiples reuniones entre Xunta y Mancomunidade, que gestiona el servicio del agua de toda la comarca, se sustituirá por una nueva por debajo de la carretera de A Lanzada, evitando el deterioro directo del mar y ofreciendo más facilidad de acceso en caso de avería. También está por ver qué pasa con la otra demanda comarcal: la ampliación de la ETAP donde se trata el agua de O Salnés y para la que también había compromisos iniciales.