el equipo anglo-búlgaro de expertos que estuvo a cargo de un proyecto llamado Proyecto Arqueológico
La nave fue localizada durante una observación de un zona de 2.000 kilómetros cuadrados en el mar Negro. Una pequeña pieza del barco fue tomada como muestra para someterla a una prueba de carbono por parte de la Universidad inglesa de Southampton, que estableció que data muy probablemente de unos 400 años antes de Cristo. El proyecto informó de que los arqueólogos estuvieron tres años peinando las profundidades del mar con unas cámaras para aguas profundas y a control remoto, capaces de tomar imágenes de alta definición desde una distancia de dos kilómetros bajo el mar. El timón y los bancos de remo permanecen intactos, según los expertos, cuyos trabajos de exploración permitieron hallar más de sesenta barcos en los últimos años, entre ellas embarcaciones romanas.
“Es como de otro mundo”, dijo Helen Farr, parte del equipo de expedición, a la cadena BBC. “Cuando el ROV (vehículo operado a control remoto) baja a través de una columna de agua y puedes ver aparecer este barco en la profundidad, tan perfectamente conservado, sientes como si te transportaras en el tiempo”, relató Farr al describir el momento en que el mercante fue hallado. “Está preservado, está seguro. No se está deteriorando y es poco probable que atraiga a cazadores”, agregó.
Este mercante, de 23 metros, es uno de varios buscados en el Mediterráneo y en las costas del mar Negro. Se estima que la embarcación es del año 480 antes de Cristo y se desconoce cuál era su carga, según los arqueólogos, que admitieron necesitar más financiación para volver al lugar para proseguir la investigación. “Como arqueólogos, estamos interesados en lo que pueda aportar sobre la tecnología, el comercio y los movimientos en el área” en aquel tiempo, según la experta. La conservación de esta pieza responde a las condiciones del agua del mar, libre de oxígeno, lo que permite preservar material orgánico durante miles de años.
El investigador principal del proyecto, Jon Adams, se mostró asombrado por el hallazgo. “Es algo que yo nunca habría pensado que fuera posible”, enfatizó. “Esto va a cambiar nuestra manera de comprender la construcción y navegación marítimas en el mundo antiguo”, añadió. Según el MAP, es probable que el mercante se hundiera a causa de una tormenta y que contase con una tripulación de entre 15 y 25 personas. Los arqueólogos puntualizan que no tienen intención de sacarlo del fondo del mar debido a que sería sumamente costoso. l