Pese a que el orden del día no auguraba una sesión especialmente polémica, los reproches no faltaron durante el Pleno de ayer en Vilagarcía. Por enésima ocasión, la Corporación dio el visto bueno a una moción para retirar la cruz franquista de la fachada de la iglesia parroquial Santa Baia de Arealonga, y las referencias a Primo de Rivera.
Eso sí, en esta ocasión el gobierno local socialista reveló un dato que, hasta este momento, había mantenido silenciado. Y es que ya en febrero de 2020 presentó ante la Dirección Xeral de Patrimonio un proyecto para la retirada de la cruz. La portavoz del ejecutivo, Tania García Sanmartín, explicó que se trata de un proyecto distinto al que ya se había presentado en su día. Cabe recordar que este asunto fue a Pleno en infinidad de ocasiones desde que se aprobó, por primera vez, en 2008. Por ello, para el portavoz de Vilagarcía en Común, Jesús López, lo de ayer mereció el calificativo de “remix”.
Dicho “remix” corrió en esta ocasión a cargo del BNG, que logró el apoyo de toda la izquierda y de Ciudadanos y la abstención del grupo del Partido Popular, que alegó que había otras mociones sin cumplir desde 2015.
Sin embargo, durante el verano pasado ya el grupo municipal de Podemos- Marea da Vila presentó una moción para la retirada de la simbología franquista. Por entonces, nada dijo el ejecutivo sobre la presentación, unos meses antes, de dicho proyecto ante Patrimonio. “Non vamos a dar conta de todos os trámites administrativos”, le espetó García Sanmartín a la portavoz de los morados, María de la O Fernández González, que le reprochó la falta de información al tiempo que afeó a la nacionalista, Lucía Veloso que, en su día, el BNG votase en contra de la iniciativa para, a continuación, garantizar el apoyo de su grupo. “Nós votaremos a favor. Son unha desas mestras e rojas que forman parte desas miles de persoas que os novos fascistas propoñen facer desaparecer”, dijo la edil.
En todo caso, tanto para Podemos como para En Común la retirada de la cruz se queda corta, y recuerdan la necesidad de eliminar las reminiscencias franquistas del callejero y de la vía pública. “É unha anomalía que un goberno local de índole socialista, que non dubida en sacar peito da Lei de Memoria Histórica, non sexa capaz de levala a cabo”, reflexionó López; mientras que Fernández denunció la “pasividade” del ejecutivo y reclamó que se informase sobre la asistencia técnica elaborada en su día para dar cumplimiento a la legislación. García Sanmartín anunció que “en próximas datas” se reunirán los portavoces. El alcalde tomó la palabra en este punto solo para recordar que la propuesta de una asistencia técnica fue del exedil Miguel Alves. “É de xustiza”, dijo.
Hórreo de A Xunqueira
La bronca siguió posteriormente con una moción de Podemos sobre la situación de instalaciones deportivas como varias pistas y con una propuesta para convertir el hórreo de A Xunqueira en punto de encuentro para jóvenes. Los socialistas anunciaron que su proyecto para dicho espacio es intergeneracional, es decir, para vecinos de todas las edades. PSOE y PP se enzarzaron por O Cavadelo. El alcalde, Alberto Varela, reprochó el diseño “perigoso” del skate al concejal conservador Marcos Alcalde, que minutos antes acusara a los socialistas de aprobar “en solitario” unos Presupuestos “alonxados da rúa”. Con sus doce votos tumbaron la iniciativa sin posibilidad de enmienda ni acuerdo sobre el resto de puntos. Varela incluso reprochó a Fernández que tratase de “convencer” a la Corporación “cun so voto” y que no consultase con el ejecutivo sus mociones.