Las excavaciones arqueológicas regresarán en cuestión de días a Cálago. Lo harán, como siempre, abiertas a la búsqueda de cualquier hallazgo del histórico monasterio. Pero centradas en el estudio de posibles nuevas estructuras constructivas y restos humanos, como los huesos de hace aproximadamente 1.500 años encontrados en el entorno en la campaña del año pasado.
Por ello, los trabajos se dirigen esta vez al pie de esta zona que tantas alegrías trajo al equipo en su última intervención.
Así lo explicaban esta semana, durante una visita a la zona, el alcalde, Gonzalo Durán, junto al arqueólogo director del proyecto, Mario César Vila.
El puzzle de Cálago
En apenas cuarenta centímetros de profundidad, Cálago esconde restos de asentamientos humanos de casi mil años, entre la época castrexa y el siglo VI después de Cristo.
El crisol de culturas, épocas y asentamientos es tal que incluso se superponen. Como el ejemplo del segundo conchero, que apareció sobre unos restos de edificios, aún más antiguos que este.
La naturaleza de estas construcciones y su uso es hoy todavía una incógnita. Y poder despejarla es uno de los retos de esta nueva campaña de intervención, que comenzará este mes y que hará el grueso de las catas durante una semana.
En función de lo que aparezca entonces, se determinarán los pasos siguientes. Si siguen saliendo restos humanos, su extracción sería más despacio, debido a su frágil estado de conservación. Esperan, en cualquier caso, que aparezcan más piezas para seguir rehaciendo el puzzle.