La asociación vilagarciana Ahituvi se suma a las críticas mostradas por la Plataforma en Defensa da Hostalería Galega a las últimas medidas de la Xunta relacionadas con el sector. En concreto, desde el colectivo arousano considera “discriminatorio” que para acceder a la ampliación de horario a las once de la noche sea obligatorio tener licencia de restaurante.
A este respecto, Ahituvi considera “inexplicable en termos de saúde pública que os horarios dependan da licenza e non dos servizos que se prestan”, ya que otros establecimientos también sirven comidas y cenas.
Recuerdan desde la asociación vilagarciana “a dobre discriminación que ven sufrindo o sector da hostalería nocturna” al que, señalan, “se lle impide desenvolver actividades permitidas en horario diurno e que recollen as súas propias licenzas”, pese a ser establecimientos “que levan trece meses parados sen unha compensación económica que poida ser considerada válida para o mantemento das empresas e os seus equipos de traballo”.
A la espera de que se concreten las medidas en el DOGA, que confían en que “saia coa antelación suficiente para o seu estudo”, los hosteleros vilagarcianos tambén cuestionan la exigencia de equipar a los restaurantes con medidores de CO2 para poder servir de 22 a 23 horas, “unha medida difícilmente explicable en termos de control da pandemia e que semella máis ben unha nova burla ao sector”, señala Ahituvi. Hosteleros de O Barbanza también se sumaron a las críticas.
Subida generalizada
Por otra parte, los datos subieron ayer en prácticamente toda la comarca de O Salnés. O Grove, que llevaba dos días de bajada, suma dos nuevos positivos y se coloca en 69. Sanxenxo sigue en los 29, mientras que Meaño suma uno más y un total de siete. La misma cifra incrementa A Illa, que tiene doce, mientras que Ribadumia registra dos nuevos contagios y tiene once casos. En este municipio se llevó a cabo un cribado, al igual que en Catoira. En Vilanova se llevará a cabo desde hoy y durante el fin de semana. El municipio vikingo tiene la incidencia dispara, rozando los 250 casos por cada cien mil habitantes en el periodo de una semana y superando los 500 si se tienen en cuenta los contagios de los últimos catorce días. El resto de municipios de Ulla-Umia tienen una incidencia bastante baja, mientras que en O Barbanza sigue siendo alta la de A Pobra y Boiro, aunque descendió en los últimos siete días.
En Vilagarcía, volvió a registrarse una notable subida durante la jornada de ayer. Con seis casos más, la localidad suma un total de 45. Más que el número de positivos, preocupa el ritmo en el que se acelera la curva, lo cual el alcalde, Alberto Varela, achaca al incremento de la vida social y de la movilidad durante los festivos de Semana Santa. El regidor hizo un llamamiento a la responsabilidad individual e instó a los ciudadanos a evitar la "falsa sensación de seguridade" y a no estar tan pendientes "do que sucede na rúa" y sí "do que sucede nos nosos fogares".