La conservera Jealsa Rianxeira se está viendo afectada desde poco antes de las dos y media de ayer por un voraz incendio, que focalizó su actividad en la cámara frigorifica que hay en la parte posterior de la fábrica ubicada en el lugar boirense de O Bodión, y en el que lo más importante fue que no hubo que lamentar víctimas. En el objetivo de evitar que se propagasen las llamas contribuyó el amplísimo operativo que en las primeras horas se fue sumando para participar en las labores de extinción desde varios frentes por tierra, mar y aire. También influyó que el fuerte viento que sopló durante buena parte de esas horas lo estuvo haciendo en dirección contraria al eje central de la fábrica. Ello permitió que a media tarde se pudiera dar por salvada esa parte en la que se sitúa la zona de producción, pero no se descuidó su protección, ya que un posible cambio de viento podría ponerla nuevamente en serio peligro.
Ello hizo que la mayor parte de los esfuerzos de los más de medio centenar de efectivos, movilizados con cerca de una veintena de camiones motobomba para la extinción de las llamas, se centrasen en la protección de unos tanques de amoníaco que estaban rodeados por el fuego. De ese modo, se consiguió que antes de las nueve de la noche se diera por controlado el incendio, según confirmaron desde el Concello boirense. Fuentes de los servicios de emergencias apuntaron que en caso de que se vieran afectados esos depósitos y se registrase una fuga de ese gas las consecuencias medioambientales podrían ser catastróficas.
ACTIVADO EL NIVEL 1 DEL PLATERGAR
La Xunta activó a media tarde de ayer el nivel 1 del Plan Territorial de Emerxencias de Galicia, Platerga, para garantizar la coordinación entre los distintos organismo movilizados debido al incendio registrado en las instalaciones de la conservera boirense Jealsa Rianxeira, a las que se desplazaron el vicepresidente autonómico, Alfonso Rueda, y el director xeral de Emerxencias, Santiago Villanueva, entre otras autoridades, que se reunieron con los máximos responsables de la compañía, liderada por Jesús Manuel Alonso Escurís.
En una explanada situada enfrente de la planta conservera se instaló el puesto de mando avanzado de Axega, desde donde se controlaron y dirigieron las labores para sofocar las llamas, que estaba previsto que siguieran durante las horas posteriores para lograr la completa extinción del incendio.
Los responsables de CCOO en Galicia y su unión intercomarcal Santiago-O Barbanza mostraron su preocupación por las consecuencias del grave incendio, así como su apoyo a los trabajadores y a los profesionales de prevención y extinción movilizados.
Los primeros medios de emergencias en llegar al lugar fueron los integrantes de la dotación de guardia del parque comarcal de Bomberos de Boiro, a los que minutos después se sumaron sus compañeros de Ribeira. Debido a la magnitud del incendio, poco después se incorporaron un buen número de efectivos de esas mismas instalaciones que estaban fuera de servicio. Poco a poco se fueron sumando los Bomberos de Santiago de Compostela y de Ribadumia, así como los servicios municipales y agrupaciones de Protección Civil de Boiro, Sanxenxo, Cambados, A Pobra, Rianxo y Ribeira, además del GAEM, el GES de Noia, autobombas del Sistema Público de Defensa Contra Incendios Forestales y una cisterna de Axega. A ellos hay que sumar dos helicópteros que estuvieron echando agua durante un par de horas -había un tercero en labores de control y vigilancia de la evolución del incendio-, al igual que la embarcacióm Paio Gómez Chariño del Servizo de Gardacostas de Galicia.
De igual modo, acudieron varias patrullas de la Policía Local y de la Guardia Civil para garantizar la seguridad de la zona, en la que debido a que la situación del incendio se estaba complicando, fue preciso establecer un cordón de un kilómetro alrededor de la fábrica. También acudieron medios de la Policía Autonómica y Cruz Roja, así como una ambulancia de Urgencias Sanitarias-061 Galicia de manera preventiva, pero afortunadamente no tuvo que intervenir al no haber víctimas. De igual modo, tras procederse a evaluar la calidad del aire por la posible toxicidad de la densa humareda negra, se procedió a desalojar a 60 personas, principalmente mayores, que estaban en el interior de 25 viviendas de los núcleos de población incluidos en ese radio de acción, con la finalidad de evitar que pudieran verse afectadas por la inhalación de humo que se generó y que era visible desde toda la comarca e incluso desde localidades del margen sur de la Ría de Arousa. Poco antes de empezar a hacerse de noche, empezaron a llegar los mensajes de tranquilidad, y las fuerzas de seguridad comunicaron a los vecinos que habían sido desalojados de sus casas que ya podían regresar a las mismas.
Cristóbal Valdés | Con nuestra capacidad de almacenaje e infraestructura, seremos capaces de atender a nuestros clientes”
El director general de Jealsa Rianxeira, Cristóbal Valdés, fue el portavoz de la compañía para explicar el estado de la situación y hacer una primera valoración de lo sucedido, pensando por destacar que “lo más importante es la protección de nuestro equipo, de nuestra gente”. Pero también quiso dedicar una palabras de agradecimiento a la colaboración de todos los servicios de la Xunta, de la Diputación de A Coruña y de los concellos que están trabajando en la extinción del incendio, “concentrándose en lo más importante que es la protección de las personas”, reiteró, pero también en las zonas más sensibles de la fábrica. Indicó que la zona trasera, en la que está la planta de expedición y recepción del pescado es la que se ha visto más afectada por el fuego, del que indicó que por el momento se desconocían las causas, pues en ese momento no era lo más importante.
Cristóbal Valdés manifestó que tampoco quería dar muchos detalles en relación al origen del incendio ya que lo que pretenden en estos momentos es “tener una foto más clara de lo que está pasando”. Añadió que están colaborando con las administraciones y con los Bomberos para tratar de atajar el fuego cuanto antes y que no haya daños personales, “que es lo más importante”. Respecto al porcentaje de la fábrica que ardió o se había visto dañado por las llamas, indicó que para eso aún habrá que esperar un poco.
En relación a si el incendio puede tener consecuencias en el hecho de servir la mercancía a sus clientes, el director general de Jealsa Rianxeira indicó que “con nuestra capacidad de almacenaje y la infraestructura de que disponemos, si las cosas van bien, seremos capaces de atender a nuestros clientes desde el primer día”, pero insistió en que lo primero era proteger a las personas y luego extinguir el incendio. De igual modo, Valdés apuntó que cuando terminen de hacer el análisis de la situación podrán dar los detalles de cómo afectó a la organización. Y que en estos momentos, quieren transmitir un mensaje positivo y de tranquilidad para todos.
También indicó que el número de trabajadores de la empresa ronda en estos momentos las 1.500 personas, pero que el turno de los sábados se reduce bastante en número respecto a lo que sucede de lunes a viernes. Aunque no concretó cifras de las personas que estaban en ese momento en la fábrica, y que fueron desalojadas, dejó entrever que en la zona donde se declaró el incendio no había muchas personas.
Alfonso Rueda | “Os esforzos se centraron en protexer as naves arredor do lume, pois a que está ardendo é complicado salvala ”
El vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, llegó poco antes de las cinco y media de la tarde a las instalaciones de Jealsa Rianxeira para comprobar la evolución del incendio. Tras reunirse con los responsables de la empresa y quienes estaban al frente del dispositivo, a media tarde informó que en el despliegue de medios para hacer frente a las llamas se habían movilizado entre 16 y 18 vehículos de extinción y más de 50 efectivos de lucha contra el fuego. Y añadió que además de medios por tierra, también estuvieron trabajando otros por mar y aire. Respecto a estos últimos, precisó que se trataba de helicopteros de la Xunta, que estarían trabajando mientras hubiera luz, pero poco después de las seis de la tarde dejó de vérseles por la zona.
Rueda precisó que el operativo movilizado estuvo enfriando las instalaciones, sobre todo las cubiertas de las naves que están ardiendo y que se intentaba salvar una parte importante da fábrica, que es la de su producción, y los depósitos de amoníaco. En este sentido, ahondo en esa cuestión y dijo que “os esforzos se centraron en protexer as naves arredor do lume, pois a que está ardendo é moi complicado salvala“, en referencia a la cámara frigorífica. También dijo que desde un primer momento es estaba atacando el fuego desde el exterior para que no se propague a zonas que no estaban en llamas y que, una vez que se consiguiera contar ese avance, iban a “intentar acceder ao interior para cortalo e non se extenda”.
El vicepresidente indicó que existía el riesgo de cambios del viento. Aunque dijo que en ese momento no impedía las labores de extinción, había el riesgo de que modificase su trayectoria en cualquier momento, sobre todo teniendo en cuenta el cambio de tiempo que se espera. Y apuntó que “podería influir o feito de que se faga de noite, pois sen luz natural resulta máis complicado o traballo para sofocar as lapas”.