Cambados va a conmemorar el 145 aniversario del nacimiento del ilustre Ramón Cabanillas a lo grande, abriendo al público el ansiado proyecto museístico de Exposalnés (jueves 3) y entregando el premio de los libreros que lleva su nombre (viernes 4). En esta ocasión recae en el profesor y primer alcalde de la democracia, Xoán Antonio Pillado Silvoso, en agradecimiento al “agarimo” puesto por él y sus hermanos en el cuidado del legado “histórico” que recayó en sus manos, debido a la íntima amistad entre su abuelo y el bardo cambadés, y que los vecinos podrán disfrutar en ese nuevo espacio en forma de cartas y fotos personales, libros, etc.
El propio Pillado Silvoso extendía ayer el reconocimiento a su familia y recibía las cariñosas palabras de la nieta Pitusa Cabanillas. Ambas familias quedaron unidas por aquella amistad y sin ellas, sin el patrimonio donado al Concello, “non sería posible abrir este museo”, señaló el concejal de Cultura, Tino Cordal. Tampoco se olvidó de las importantes cesiones de otras instituciones y tuvo un recuerdo muy especial para el divulgador de Cabanillas por excelencia, el fallecido Luis Rei, que se encargó de ordenar todo ese material; y para su sucesor en la tarea y que “rara era a semana que non preguntaba como ía o proxecto”, comentó en referencia al académico Paco Fernández Rei. Y es que “esto se hace gracias a ellos”, dijo sin dudar la descendiente del poeta sobre el museo, el cual se viene gestando desde 2009. De hecho, Cordal también destacó el empeño de Luis Aragunde (PP) y Víctor Caamaño (BNG).
La apertura tendrá lugar a las 12 horas, con animación musical y visitas guiadas con su diseñador, Pepe Barro; para ese día y el viernes, cuando se hará entrega del premio concedido por las librerías Ramón Cabanillas y Contos, el número 17. Será a las 20 horas en A Calzada y Pillado ya tiene en mente su discurso. Ayer avanzó que reclamará que se siga investigando porque era “unha figura poliédrica con aspectos descoñecidos da súa vida e obra non suficientemente estudados”, como su relación con la enseñanza.
Su pasión por el literato viene de niño, cuando su padre hablaba en casa del amigo del abuelo y, de hecho, “aprendín a ler en galego cos seus libros e a falalo coas xentes de Triana”, explicó. Durante sus juegos infantiles también vio levantar “pedra a pedra” la escultura-homenaje de A Calzada diseñada por Asorey y cuya leyenda memorizó, “o único poema que aprendín del de neno”, confiesa. Y es que en Cambados “hai xente que sabe algúns, e dos longos, de carrerilla” porque “Cabanillas sempre estivo moi presente” en su villa natal, incluso “nas corporacións do Franquismo”, contaba ayer Pillado –la prueba es esa pieza, instalada en 1960–.
También en su Alcaldía (1979-87), cuando se hizo la primera intentona para comprar la casa natal. Y el profesor, hoy jubilado, promete seguir divulgando, “ata que teña corda”, la vida y obra de “o noso poeta insigne”, como le llamó, porque “o de poeta da raza non me gusta, polas connotacións que ten hoxe en día. Tampouco lle gustaba a el, parecíalle ridículo”. Y eso que se siente pequeño al compartir este galardón con premiados anteriores “de grandes méritos”. Pero este “honor” que siente es bien merecido para los libreros: “Xa era hora”, sentenció Ramón Domínguez, de la Cabanillas, quien explicó que habrá actuaciones.